Como cada diciembre, desde hace 66 años, la Nit de Santa Llúcia se ha convertido en el gran encuentro de las letras catalanas. Este año, Òmnium Cultural ha convocado la gala en L'Hospitalet, con el deseo de hacer partícipe a esta ciudad de una de las grandes fiestas de la cultura catalana. Jordi Cuixart, presidente de Òmnium, ha asegurado que este acto se presenta con la voluntad de "enaltecer las letras y la lengua catalana como herramienta de cohesión de los Països Catalans". Inevitablemente, en estas fechas, se ha convertido en un acto de un fuerte contenido político: porque Òmnium está involucrado directamente en el proceso soberanista, pero también porque entre los invitados estaba Carme Forcadell, que hoy ha sido citada a declarar por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. La fiesta literaria era, también, una muestra de apoyo a Forcadell frente al Estado.

De la clandestinidad en la televisión

Este encuentro, que empezó a celebrarse en la clandestinidad, se ha convertido en una fiesta muy multitudinaria, un espectáculo masivo pensado para ser emitido por televisión (la primera mitad se ha transmitido por TV3). En esta ocasión la Nit de Santa Llúcia ha sido dirigida por Joan Font, de los Comediants, que ha organizado el espectáculo como un pasacalle, con varios grupos musicales, con danza urbana, con claqué... La acróbata, música, actriz y clown Alba Sarraute ha hecho de presentadora, acompañada por Pere Hosta y Albert Obach. La fiesta tiene que acabar con el canto de los Segadores y un brindis con cava.

David Cirici. Foto: Edicions 62.

El plato fuerte

El premio más esperado, el 57º Premio Sant Jordi de Novel·la, dotado con 60.000 euros, ha sido concedido a El setè àngel, de David Cirici, que se ha impuesto por unanimidad del jurado a 33 originales. David Cirici es ahora profesor de lengua catalana, pero trabajó durante mucho de tiempo como publicista. En  2011 ya había ganado el Premio Prudenci Bertrana con I el món gira y tiene publicadas 5 novelas para adultos y una decena de libros para niños y para jóvenes, entre los cuales Molsa. El setè àngel es la historia de un publicitario que va de viaje por las islas griegas con un yate con su familia. Un viaje idílico que se rompe cuando su hijo se cae al agua durante una tormenta. El niño será recogido por una patera y a partir de aquí la obra nos mostrará varios infiernos: el del padre en la búsqueda desesperada del niño por tanatorios y el de la vida de los refugiados, que Cirici ha documentado personalmente con la visita a campos de refugiados. Isona Passola, miembro del jurado, ha destacado que El setè àngel trata un tema candente, pero no es "ni una obra buenista ni una obra oportunista" y que tiene "una gran ambición literaria". Cirici ha apuntado que lo que más le ha interesado de esta obra era demostrar que la felicidad es muy efímera, pero ha asegurado que, al fin, el hundimiento de la felicidad enseña muchas cosas. Proa publicará esta obra a principios de 2017.

Jenn Díaz. Foto: Edicions 62.

Cuentos y poesía

El 19º Premio Mercè Rodoreda de Contes, dotado con 6.000 euros, la ha ganado, con Vida familiar, Jenn Díaz, una autora que había empezado a escribir en castellano, hasta que el año pasado sacó, en catalán, Mare i filla. Àlex Susanna, miembro del jurado, ha destacado que cada uno de los cuentos es un "Artefacto verbal de una gran eficacia narrativa". Jenn Díaz se ha sentido muy honrada al recibir este premio, porque ha asegurado que Rodoreda la había marcado a la hora de escribir en catalán, como Martín Gaite y Ana María Matute a la hora de escribir en castellano. Díaz ha asegurado que Vida familiar es su libro más personal, donde habla de muchas cosas de su entorno y de sus vivencias. "Es mi libro más atrevido y más libre", ha declarado. Por su parte, Maria Cabrera ha sido galardonada con el Premio Carles Riba de Poesia, dotado con 3.000 euros. La ciutat cansada ha sido el mejor de los 64 originales presentados. Roger Mas, uno de los miembros del jurado lo ha definido como "un libro que atrapa", "uno de los mejores poemarios que he leído en los últimos años". La autora, que ya tiene dos libros de poesía publicados (Jonàs y La matinada clara), ha confesado que escribe muy lentamente y que esta obra se refiere a una sensación de estancamiento mental y emocional que a menudo la invade. Las obras ganadoras del Mercè Rodoreda y del Carles Riba serán publicadas por Ediciones Proa.

Maria Cabrera. Foto: Ediciones 62.

Infantil y juvenil

El premio Josep M. Folch i Torres de novela infantil, con una dotación de 7.000 €, ha recaído en Oriol Canosa, el librero de la librería Pebre Negre del Clot, por el manuscrito L'illa de Paidonèsia. Se trata de la historia de un niño que viaja en un crucero con sus padres y que decide abandonarlos en un bote y ponerse a vivir en una pequeña isla desierta. Desde allí irá enviando las cartas que dan forma al volumen, algunas dirigidas a sus padres y otros a varias personas. A partir de estas cartas se hace una reflexión sobre los problemas del mundo, vistos con ojos de niños. El galardonado ha reclamado que se dé más atención a la literatura infantil, ya que "hay muchos adultos que no leen, pero casi no hay niños que no lean". El premio Joaquim Ruyra de novela juvenil, con una dotación de 9.000 €, ha sido por unanimidad para Joan Antoni Martín Piñol por Sentinels. El jurado ha destacado que este texto, que explica una especie de Operación Triunfo para superhéroes, les ha fascinado por la agilidad, la ironía y el tono políticamente incorrecto, y porque trata al lector como una persona inteligente, una cosa que no es tan común en este tipo de literatura. Martín Piñol estaba exultante, y muy irónico: "Estoy contento de que vengáis todos, aunque todos sabemos que venís por el premio Sant Jordi, pero como yo era de pequeño un niño gordo, ya estoy acostumbrado al rechazo social". Explica que le ha salido una obra cargada de mala leche porque la escribió con obras en el piso de abajo y con una niña pequeña dando guerra en casa. Las obras ganadoras del Folch i Torres y del Joaquim Ruyra serán publicadas por La Galera.

Martín Piñol. Foto: Òmnium Cultural.

Los otros premios

El Premio de Teatro Frederic Roda ha quedado desierto, porque el jurado ha estimado que ninguna de las obras reunía los requisitos mínimos de calidad. El 7º premio Òmnium de Comunicación ha sido para la revista Enderrock, no tan sólo por su tarea como publicación periódica, sino también por el impulso a los premios Enderrock y al concurso Sona 9. El premio, en ediciones anteriores, había sido ganado por 30 minuts, por Jordi Évole, y por el Club Super 3. Sebastià Serrano, miembro del jurado, ha apuntado que la tarea de Enderrock es clave, porque "La música es cultura" y porque "No hay nada más potente que una canción para explicar una idea o para explicar quiénes somos y hacia donde vamos". Y ha agradecido la tarea de una revista que lleva 25 años haciendo periodismo musical en catalán, y con visiones de Països Catalans. El 30º Premio Internacional J.B. Cendrós a la internacionalización de la lengua, la cultura y la nación catalanas, dotado con 3.000 euros, ha sido para la traductora Mary Ann Newman, quien ha difundido la cultura catalana por los Estados Unidos, a partir de sus clases universitaria y de sus traducciones de Quim Monzó, Josep Carner y Josep Maria de Sagarra. Newman ha asegurado: "Me enamoré de Catalunya desde el tren. Venía de Madrid y me enamoré incluso antes de llegar a la estación de Francia". Ahora está intentando crear una organización filantrópica, con capitales privados norteamericanos y aportaciones de empresas catalanas, para poner de relieve el patrimonio catalán en los Estados Unidos y para potenciar los intercambios de creadores entre Catalunya y Norteamérica.

Mary Ann Newman. Foto: Òmnium Cultural.