El Ibex y el Eurostoxx, al igual que evolucionaba Wall Street, han cerrado al alza a la vista de que el mundo coincide en que está en una situación difícil y hay que remangarse para sacarlo adelante. Quizá a algunos no les guste, pero ha sido la respuesta de las élites. Su mensaje es: Entendemos que el mundo ha cambiado.

Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, ha sido quien ha llevado la batuta al decir que el Brexit llevará tiempo resolverse y que su absorción requerirá medidas de estímulo. Ha evocado la posibilidad de una reducción de los tipos de interés en verano y el mercado piensa que actuará en el mercado de deuda. Pero más allá de los aspectos técnicos, los inversores han entendido el mensaje. Nos hemos metido en un mal rollo y hay que hacer lo posible para salir.

El oro, siempre tan inteligente como la gente que tiene detrás, ha bajado un 0,05%, hasta 1.320,75 dólares, una señal suficiente. El Dow Jones asentía subiendo desde el arranque, mostrando dirección.

Los mercados han cerrado un semestre muy difícil emitiendo una señal positiva, lo que ante los escenarios que se abren indican que de cara a los acontecimientos impensables que ocurran, como el Brexit, habrá respuesta. Y eso, de momento, es suficiente.