El mercado estaba esperando esta tarde a Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal (Fed), como Johnny Guitar lo hiciera con Joan Crawford en la célebre película de Nicholas Ray, pidiéndole por compasión que le engañara. El Dow Jones subía un 0,5% mientras el Ibex y el Eurostoxx seguían sus huellas antes de que Yellen describiera una situación de normalidad en la que sólo se precisa paciencia para controlarla. Amén.

Pero actores secundarios no pudieron evitar hacer comentarios sabrosos. Por ejemplo, el ministro de Finanzas japonés, Lou, mostró su acuerdo con la convicción del secretario del Tesoro americano, Jack Lew, sobre "la debilidad de la recuperación de la economía mundial". En ese caso, ¿cuándo se suben los tipos de interés?

En otras declaraciones, James Bullard, uno de los miembros más locuaces de la Fed, empezó por retirar del escenario quizá para siempre algunos muebles que han mostrado ser a la postre obstáculos para la recuperación desde hace tiempo. Y así dijo campechanamente que "hay mucha evidencia de que los tipos de interés negativos no funcionan". No es la primera vez que la Fed y la propia Yellen hacen autocrítica en estos últimos meses combinándola, lógicamente, con mensajes esperanzadores.

Ayudó a ello el descenso del dólar y el alza del petróleo, con el Brent subiendo a 50,47 dólares y el Texas a 49,53, impulsando los valores relacionados con las materias primas. La señal de duda, del por si acaso, de la prudencia, se notó en el oro que subió un 0,28%, hasta 1.244 dólares la onza. Al oro le cuesta más Johnny Guitar.