El Ibex cerró prácticamente en tablas pero fue como si el Celtic de Glasgow hubiera empatado ayer a cero en el Camp Nou. O sea. un prodigio. Hoy iba todo en contra del mercado, del que se esperaba casi un desplome, pero se ha evitado. El milagro ha sido la compra por parte de Bayer de la gran empresa americana Monsanto. Es un hecho histórico.

Wall Street amenazaba con fuertes descensos tras dejar a la Reserva Federal en el baúl de los recuerdos, pero la adquisición por parte de la empresa de la aspirina histórica, pagando 66.000 millones de euros, por el grupo creador de las semillas del futuro fue un revulsivo para los inversores. El capitalismo se sigue renovando. Pasado y futuro no están en liza: eso gusta a los mercados. Puede incluso que llegue a gustar más que las presuntas "disruptions" o rupturas que promueven algunas tecnológicas.

Asimismo, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en un discurso esperado sobre el futuro de la UE, dijo que se doblará el fondo de inversión para el crecimiento en la zona, hasta 630.000 millones de euros. Buen dato, especialmente si se hace efectivo.

De momento, las bolsas europeas se mantuvieron al margen al ver la producción industrial en julio recortar un 1,1%, pero hay tiempo para poner en precio este anuncio, siempre y cuando sea más efectivo que los anteriores. Y esta vez lo va a ser porque no hay otro remedio. El euro ha subido un 0,46%, hasta 1,1249 dólares. Se están creando puntos de interés. De hecho, hoy el tiempo ha sido mejor de lo esperado.