Tras la dimisión de Renzi, los mercados esperarán con volatilidad los siguientes pasos: La semana pasada se saldó con una caída media del 1% en los mercados europeos y curiosamente la bolsa italiana subió un 3,4%. Esta vez las encuestas han acertado y el NO ha triunfado en Italia, por lo que vamos a poder comprobar si efectivamente dicho resultado estaba descontado

Habrá que ver si la dimisión de Renzi es seguida por un periodo largo de interinidad o si se convocan elecciones anticipadas en el corto plazo. Ambas opciones significan falta de visibilidad, pero la segunda significaría más volatilidad justo en el cierre de año. De momento la primera consecuencia de la dimisión del primer ministro italiano se está viendo en el euro, que se ha debilitado y está luchando con sus mínimos de 1,055 que por ahora ha aguantado. 

A los mercados asiáticos, el asunto les queda algo más alejado pero pensamos que está facilitando la toma de beneficios después de una subida de casi un 10% en Japón en el último mes. En el mercado de deuda se dejará notar el apoyo del BCE que pensamos contendrá mucho la presión en los títulos italianos y de los mercados periféricos. 

Frente a la eterna inestabilidad política europea, se sitúan los buenos datos de empleo del viernes en EEUU. Allí se conoció que el empleo no agrícola subió en 178k frente a los 180k esperados, aunque apoyados algo en los empleos públicos, ya que el sector privado creó 156k, algo por debajo de los 175k esperados. La tasa de paro bajó desde el 4,9% al 4,6%, el nivel más bajo desde 2007.

Sin embargo a pesar de los buenos datos de actividad, la ganancia media por trabajador sube un 2,5% anual, frente al 2,8% esperado, lo que sigue facilitando una subida progresiva de la inflación. Con este contexto, seguimos esperando un mercado moviéndose en la banda de los últimos meses, ya que no hay un driver claro que lo haga salir de ella.