Buen comienzo de semana para las bolsas europeas. Las pocas referencias macroeconómicas conocidas ayer ofrecieron noticias positivas para Europa y negativas para EEUU. La encuesta IFO de junio, mostró que los empresarios alemanes siguen siendo optimistas.

El indicador de clima económico se situó en junio en 115,1, por encima del 114,5 esperado y del 114,6 del mes anterior. De esta forma alcanzó un máximo histórico, superando las referencias previas del 2006 y 2010. Tanto el índice de la situación actual como el de perspectivas, mejoraron lo previsto.

Este aumento, que es el quinto consecutivo, refuerza el optimismo sobre la economía alemana, apoyada en una buena evolución de la economía doméstica. Por el contrario los datos macro conocidos en EEUU decepcionaron. Los pedidos de bienes duraderos en mayo descendieron en dicho país un -1,1% y los de abril se revisaron desde el -0,8% al -0,9%. 

Algunos empresarios americanos achacan esta disminución de productos a la falta de claridad de la política americana en lo referente a comercio internacional, impuestos y regulación. En principio pensamos que estos datos negativos sólo suponen una ralentización estacional, pero el consumo y el mercado laboral siguen enviando señales de crecimiento.

A pesar de ello en el mercado de deuda, las rentabilidades se vinieron atrás, tanto en EEUU como en la UEM. También vimos un mejor comportamiento de las bolsas europeas frente a las americanas y un comportamiento sectorial variado, ya que aunque los bancos se beneficiaron del avance en la reestructuración en Italia, algunos sectores defensivos, como las utilities se comportaron bien por esa bajada de las yield de la deuda. 

Las claves de esta semana van a estar en los datos de inflación de junio en Alemania y del crecimiento del PIB en EEUU en el 1T, aunque es la tercera estimación.