La FED cumple el guion con una subida del tipo de referencia desde el 1% al 1,25%. Además del incremento de los tipos la Reserva Federal anticipó que a finales de año podría empezar a reducir el tamaño de su balance (a través de reinversiones menores que los vencimientos de los títulos que tiene), aunque este movimiento será dependiente de los datos económicos sigan mejorando. 

La FED ha situado sus estimaciones de crecimiento del PIB para EEUU en el 2,2% en 2017 y en el 2,1% y 1,9% en 2018 y 2019. El crecimiento esperado para 2017 supone una ligera revisión al alza, mientras que las previsiones de inflación las ha reducido de forma considerable desde el 1,9% al 1,6% en el presente ejercicio y deja la estimación del 2% para 2018 y 2019 sin cambios.

En base a las previsiones de cada consejero, la FED prevé una subida más en el presente ejercicio, para terminar en el 1,50%. Las previsiones para los próximos años son de 3 subidas de 0,25pb cada una en 2018 y otras 3 en 2019, que dejarían los tipos en el 3% a finales de ese año.

Para nosotros la medida que más impacto puede tener es la reducción del balance, ya que reduce la demanda de bonos a largo plazo. Ayer la deuda pública en todo el mundo sufrió un descenso importante en rentabilidad por el desplome del precio del petróleo, que ha pasado de 55 a mediados de mayo a 47 USD/b ayer.

Esta evolución está reduciendo las perspectivas de inflación, como hemos visto en estas estimaciones de la FED y en las del BCE del pasado jueves, y pone en cuestión que ese camino de subida de tipos dibujado por la FED se pueda cumplir. 

Por el momento la subida de estimaciones del PIB y el camino muy progresivo de subida de tipos, es una combinación positiva para las bolsas. Así lo reflejó el DJ americano ayer, que marcó nuevos máximos.

Hoy cabría esperar una sesión positiva en las bolsas europeas, aunque el peso del sector bancario y de las petroleras puede frenar dicha recuperación.