El BCE cumple el guion en tipos pero baja las estimaciones de inflación, mientras que en UK puede aumentar la volatilidad. Tal y como se esperaba el BCE eliminó de su comunicado la referencia a la posibilidad de tipos más bajos.

Lo curioso está en el escenario macro que dibujó, ya que se apunta a la corriente que piensa que la inflación bajará en 2018. Respecto a la economía, estima que el PIB de la UEM crecerá un 1,9%, 1,8% y 1,7% en 2017, 2018 y 2019 respectivamente.

De cumplirse, esta previsión es muy positiva porque supone que la economía europea crecerá por encima de su potencial durante tres años, pero tiene el aspecto negativo de que muestra una tendencia descendente, apuntando a que estamos en lo alto del ciclo. 

Por el lado de la inflación, el BCE espera que se sitúe en el 1,6% en 2017 y sólo en el 1,3% en 2018. Aunque reiteró que su objetivo es que la inflación subyacente se aproxime al 2%, volvió a reiterar que ese nivel está aún lejano.

Lo que vimos fue una reacción imperceptible en las bolsas, que cerraron con pocas variaciones, pero con mejor comportamiento de los mercados periféricos. Lo mismo se vio en las rentabilidades de la deuda, pocas variaciones, pero si un estrechamiento de los diferenciales. 

Hoy el mercado empezará a descontar los resultados de las elecciones de UK, donde el partido en el gobierno ha perdido la mayoría absoluta. May buscaba tener más apoyo en el parlamento para llevar a cabo el Brexit, y el resultado ha sido el contrario.

Por ello podemos ver cierta volatilidad, aunque no pensamos que lo que suceda en UK pueda afectar mucho a los mercados del continente. Esperamos un mercado lateral al menos hasta la reunión de la FED de la próxima semana.