La convicción definitiva del mercado de que vamos a nuevas elecciones en España, pese a algunos gestos de última hora juzgados irrelevantes, impulsaron al Ibex hasta niveles próximos a los 9.300 puntos siguiendo una tendencia perceptible desde hace más una semana. 

En Europa, el Eurostoxx ha subido de manera más cauta ante la alerta de un ataque del Estado Islámico (EI) en Suecia y de un avance de los partidarios del Brexit en Gran Bretaña. La volatilidad del voto no tiene hoy fronteras.

El euro se apreció hasta 1,1281 dólares mientras en Francia se levantan barreras políticas ante un posible acuerdo para crear una zona de libre comercio con EE.UU. Este punto puede reforzar la distancia británica frente a la zona euro, pese a que Alemania se muestra partidaria.

En EE.UU. ha caído moderadamente la confianza del consumidor, que se ha reflejado en un descenso de los pedidos de bienes duraderos. Wall Street estará pendiente mañana de la Reserva Federal, principalmente atendiendo a dos puntos: la posible subida de tipos de interés en junio y la eventual decisión de bajar los tipos de interés a menos de cero. Sobre ambas cuestiones, los mercados apuestan por un mantenimiento del statu quo.

A la postre, si las bolsas mantienen el grado de optimismo alcanzado en las últimas jornadas es debe a la evolución del petróleo. El tipo Texas revalidó la subida matutina el Brent en Europa, apreciándose hasta 43,38 dólares el barril. Y así vamos viviendo mientras llega la primavera de verdad. Si es que llega.