Después de una semana difícil, el Ibex ha abierto con un avance del 1,10% tras observar a la Bolsa de Tokio avanzar un 1,71% dando por superado el efecto sorpresa producido por la victoria de Donald Trump.

El alza del dólar ha empujado asimismo al Nikkei al intercambiarse por 107,52 yenes, lo que favorece a las exportaciones japonesas. La producción nipona ha subido un 0,6% en septiembre, pero en el tercer trimestre el PIB ha progresado un 2,2% interanual, un dato muy positivo.

En China, Xi Jinping ha hablado con Trump recalcando que la "cooperación es la única opción" a lo que el futuro inquilino de la Casa Blanca ha respondido que "China y EEUU pueden lograr beneficiarse mutuamente". Allí la producción industrial ha subido un 6,1%, una tasa juzgada pobre, pero que ha sido compensada con una reanimación de la inversión tanto en el sector público como el privado.

En Europa, donde también se conocerá la producción industrial, el debilitamiento del euro frente al dólar es también motivo de optimismo. Hoy, la divisa de la zona euro ha retrocedido a 1,093 billetes verdes y el Deutsche Bank indica que llegará a la paridad en 2017. A su vez, el rendimiento de los bonos sigue alto. El bono alemán a 10 años está en el 0,31% y el español a 2,09%. La expectativa de una mayor inflación puede restar atractivo a los bonos beneficiando a las bolsas. El Brent está en 44,75 dólares tras perder la cuota de los 45 al conocerse la fuerte producción de crudo en Irán.

En Wall Street, los futuros del S&P suben un 0,46%. El mercado está allí esperando saber si Jamie Dimon, director de JP Morgan, se convierte en el secretario del Tesoro del futuro Gobierno Trump, lo que sería para éste y para su plan de crecimiento una muestra de confianza muy importante. De momento, el banquero quizá más respetado en el mercado financiero americano no ha desmentido el rumor.