El Ibex ha vuelto al igual que el EuroStox a retroceder porque no termina de encajar con el mercado global en búsqueda de la dirección de cada final de año. El Ibex y el conjunto de las bolsas europeas a excepción del Dax alemán de la bolsa de Frankfurt han retrocedido ante la falta de señales que permitieran avances en los índices. A su vez, el Dow Jones retrocede por primera vez en los últimos días tras la victoria de Donald Trump a la vista de que el resto de los mercados no le siguen en su movimiento alcista. El nuevo orden económico mundial está todavía en una difícil reconstrucción. 

La volatilidad se ha adueñado de unos mercados europeos a los que les cuesta posicionarse ante la victoria de Donald Trump y el alza de Wall Street. Al no conocer el alcance que tendrá la política proteccionista que aplicará a partir de enero la Casa Blanca son objeto de movimientos erráticos difíciles de anticipar. Los fuertes vínculos del Ibex con Latinoamérica está además lastrando su evolución.

Los mercados emergentes están atravesando un mal momento. Esta mañana, Moscú ha suspendido la cotización en el mercado de divisas y en el de metales preciosos. Ray Dallio, el principal gurú de los "hedge funds" ha dicho que "es más lo que no sabemos que lo que sabemos".

El Ibex ha seguido una trayectoria similar a la de ayer. Tras una apertura positiva se ha girado en unas horas hacia las pérdidas. Arcelor Mittal y ACS son teóricamente dos empresas que pueden verse favorecidas por los planes de mayor gasto en infraestructuras que ha anunciado Trump. Y Gamesa ha sido la estrella en positivo de la sesión tras revisar al alza sus metas anuales después de prometedores resultados trimestrales. A su vez, la banca española está enredada en viajes de ida y vuelta mientras en EEUU se barajan fórmulas de desregulación bancaria. Pese a abrir en festivo, Wall Street no ha aclarado suficientemente la situación. La transición en bolsa continúa evolucionando a costa  del sistema nervioso de los inversores.