El Ibex subió quizá porque está centrado en la Liga, donde los tres grandes ganan pero ninguno pierde en la cabecera. Quizá ello le lleve a prescindir de lo que ocurre en Europa, donde se ha abierto un conflicto muy serio entre el BCE y Alemania, mayor que el del Brexit.

En su comparecencia ante la prensa, Mario Draghi ha recalcado que mantendrá en 2017 y más allá la compra de deuda, pública y corporativa, lo que supondrá una intervención masiva en en el mercado de bonos. Esta política se sumará a la aplicación de tipos de interés negativos para los bancos. Todo ello supone frenar cualquier posibilidad de autocorrección de las economías de los países miembros ante problemas como un bajo crecimiento, una baja inflación o un alto desempleo.

Alemania ha respondido con dureza. Su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha dicho que esta política está provocando problemas extraordinarios en Alemania, así como el ascenso del populismo radical nacionalista. "Una política de tipos de interés cero y negativos no es una situación sensata", agregó. Ha llegado un momento en que la Unión Europea está en juego. Este problema es viejo, escondido, de verdad, fundamental, y va más lejos incluso que los dilemas del Brexit, aún siendo éstos reconocibles..

El resto fue bolsa menor, con el Ibex en positivo gracias a unos buenos datos de la balanza comercial y quizá a una mejora del consumidor europeo. Pero una gran cuestión ha saltado hoy en Europa y puede tener efectos mayores.