El Ibex ha cerrado las cortas vacaciones bursátiles con una caída que le ha devuelto a los 8.500 puntos, en un ambiente dominado por el escaso volumen de negocio. El Dow Jones ha abierto con un descenso del 0,57%, reorganizando al conjunto de los mercados. El Brent ha corregido un poco su tendencia alcista hasta situarse en 50,48 dólares. El objetivo era que los inversores entendieran que el mercado no va de embestida.

Desde la Reserva Federal se preparó el mensaje, John Williams, uno de sus primeros espadas, dijo que un una alza de tipos en septiembre "tiene sentido" para evitar más adelante un aterrizaje forzoso. Ante esa amenaza Wall Street se replegó. Hay que evitar un sobresalto, al menos hasta noviembre.

El dólar subió y el euro cotizó a 1,1320 billetes verdes, mientras las acciones de los mercados emergentes, ahora de moda, retrocedían a la vista de que sus posiciones deudoras en divisa americana empeoraban.

GPS bursátil

Todo este tipo de ejercicios de actualizaciones del GPS bursátil se practica en momentos de contratación reducida y sin catalizadores identificables que puedan incidir en la sesión. No hay demasiados perdedores y no cuesta mucho marcar dirección.

En el Ibex han sufrido los bancos porque se ha recortado el apetito por el riesgo, donde sin merecerlo se mueve el sector. Pero en los grandes movimientos de mercados no se atiende a los detalles.

Vamos a entrar en la última parte de agosto, con mayores volúmenes de negociación y más información empresarial. En la fase decisiva que precede a la apertura del curso. El mercado ya sabe a qué atenerse.