El presidente del BCE ha perdido su áurea y capacidad de convicción. Su conferencia de prensa matutina remachando una vez más la necesidad de que los gobiernos acompañen la política monetaria fue como sembrar en el desierto. Toda la atención estaba puesta en el descontrol reinante en el mercado de deuda, donde sus medidas no convencionales están volviendo locos a los inversores.

El bono alemán a 10 años tiene una rentabilidad ahora mismo del 0,03% mientras el bono americano al mismo plazo ha de pagar un 1,70%. Buena parte de tramos del Bund alemán está  a tipos  negativos y se habla de que el Cooerzbank está dispuesto a utilizar bóvedas para guardar la liquidez en vez de mantenerla en los apuntes del BCE.

La firma de referencia BlackRock está apuntando al riesgo que entraña la confusión de los tipos negativos en las operaciones de intercambios de bonos entre mercados.  

Así las cosas, el Ibex descendió cerca de un 0,6% mientras el Eurostoxx perdía los los 3.000 puntos. También el S&P cae bajo el desorden general. Son días para no perder la calma y dejar que escampe.