Con pocos movimientos han abierto los mercados europeos una sesión que en otras ocasiones provocaba nervios y agitación: aquella en que el BCE anuncia sus decisiones sobre los tipos de interés. El poco margen del que dispone Draghi para ofrecer alguna sorpresa hace que el Eurostoxx se mantenga prácticamente plano mientras el Ibex sube al menos un 0,2%.

De madrugada, el Nikkei ha descendido un 0,32% aun cuando se haya revisado al alza el crecimiento del PIB en el segundo trimestre del 0,2% al 0,7%. Los datos de la balanza por cuenta corriente (balanza comercial más servicios), con un superávit de 16.695 millones de euros se juzgan insuficientes y se atribuye la decepción al valor excesivo del yen. El Banco de Japón ha tenido que salir a la pista y decir que no descarta nuevos recortes de los tipos de interés. Allí además no se aplica el término de súper Mario refiriéndose a Draghi, sino al muñeco de Nintendo, que ha subido un 15% en bolsa al asociarse con Apple para que utilice en sus dispositivos el icono, símbolo de los próximos juegos olímpicos de Tokio. De Asia han llegado también datos positivos de China, cuyas exportaciones han crecido un 5,9% y sus importaciones un 10,8% en agosto, alejando el fantasma de una potencial crisis del comercio internacional.

Los mercados siguen confiados después de que el Libro Beige de la Reserva Federal indicara que la economía americana vive una "expansión modesta". El  ritmo lento y estable de las grandes variables macroeconómicas está permitiendo a los índices buscar nuevas cuotas a mayor altura. El Dax alemán ya está en terreno positivo en el año. El euro sube a 1,1252 dólares.

El petróleo también prosigue su carrera alcista, hasta 48,74 dólares, aun cuando Irán haya señalado que no hacen falta recortes de la producción. 

En Wall Street hoy se cotizará precisamente los datos de inventarios de crudo. De momento parece que hay calma con los futuros del S&P sin cambios.