El Ibex ha abierto la última sesión de la semana prácticamente sin movimiento, con un 0,03% de subida, mientras el Eurostoxx gana un 0,15%. Hoy es un día de vencimiento de los contratos de futuros y no se percibe un ambiente de optimismo. Del fuerte empuje de estos días, en los que el Ibex ha reducido las pérdidas anuales al 5%, el bloque de materias primas se está desprendiendo a la baja.

El Brent ha seguido bajando hasta 51,18 dólares después de caer un 2,44% el jueves. La producción industrial sigue floja, como revela el descenso del 6,5% del indicador empresarial en China o la flojedad de la producción fabril en Alemania, donde las previsiones de mejora del PIB hasta el 1,8% en 2016 formuladas por el Ministerio de Economía se basan en la buena evolución del consumo. 

En Asia, el Nikkei ha retrocedido un 0,3% a la espera de la presentación de resultados empresariales el lunes. Nintendo ha caído un 7% porque no gusta su nueva consola Switch. Reinventar el mundo de los juegos no es sencillo.

En Europa tendremos hoy datos sobre la balanza comercial española y la confianza del consumidor de la zona euro, pero los resultados de Ericsson, fabricante de equipos de telecomunicaciones y de Volvo no han sido positivos en los nueve primeros meses del año. La niebla que padecemos desde hace días aquí, donde apenas vemos el cielo, parece que se está extendiendo fuera.

En Wall Street, la cuestión está en si Microsoft, que ayer ofreció al cierre del mercado unos resultados con fuertes ganancias, es capaz de tirar de un mercado donde hoy presentan cuentas General Electric y McDonald´s. Los futuros del S&P, que retroceden un 0,22%, transmiten señales de fatiga.