Tras una jornada llena de toques de atención, el Ibex ha logrado cerrar en positivo, aunque por debajo del Eurostoxx, seguramente a causa de los problemas de Renzi en Italia tras su fracaso en las elecciones municipales. Los bancos centrales están advirtiendo sobre la necesidad de actuar con la máxima prudencia.

Puede ser que el mal ejemplo del Brexit haya levantado ampollas, pero ayer Janet Yellen reconoció en su discurso ante el Senado americano que la Reserva Federal ha tenido que rectificar dos veces su trayectoria este año, la última vez ante el pésimo dato de empleo. "Se impone el enfoque cauto", dijo.

Por su parte, Mario Draghi alzó la voz en Europa requiriendo el cumplimiento de las normas de disciplina fiscal. Es como si el presidente del BCE hubiera constatado que cualquier sugerencia a favor de reformas estructurales fuera estéril. Así que atengámonos a la ley y a las normas en esta fase líquida en Europa. Draghi tuvo a su favor que el Tribunal Constitucional alemán ha mostrado su respaldo al programa de compra de bonos por parte del BCE.

Es la base política la que está debilitada en la zona euro y en la UE. David Cameron ha quedado en evidencia con el caso Brexit que ha dividido para nada y con sangre a los británicos. En Italia, el Deutsche Bank advierte que Renzi podría verse obligado a adelantar las elecciones generales. La encuesta de confianza inversora alemana ZEW se ha atenido a las expectativas. De ese modo se ha salvado una jornada difícil en la que Wall Street también sube con cautela.