El Ibex ha subido un 0,40%, hasta 8.800 puntos, siguiendo la senda del cierre de ayer, que recibió el apoyo de los bancos y los buenos datos de la economía americana.

Hoy, los pedidos de fábrica en Alemania subieron un 1% en agosto, indicando un buen tono en las economías europeas. Esta tendencia está llevando a una reconsideración del mantenimiento de las fuertes inyecciones por parte del BCE. Hoy saldrán actas del Banco Central Europeo, que ha señalado que reducirá al máximo las compras de bonos bancarios no garantizados, es decir que a partir del 2017 no aceptará como garantía para ofrecer liquidez contra deuda emitida por bancos en situaciones no muy definidas. Las operaciones de refinanciación se van a limitar.

El mercado interpretó esto como una señal de que los tipos de interés ultrabajos se van a su vez a corregir, lo que beneficiará a los bancos. El mensaje del BCE coincidió con la advertencia del mensaje del FMI de que "hay demasiados bancos en Europa". 

El mercado de bonos recogió la noticia con subidas de los rendimientos (que van en dirección contraria al precio) de los bonos. El rendimiento del bund o bono alemán a 10 años subió hasta acercarse al 0% (se ha movido en territorio negativo) y el bono español se situó en el 1,03%.

Todos estos movimientos van en paralelo a lo que haga la Reserva Federal a partir de los datos de mañana de empleo en EE.UU. Si son fuertes, en torno a una cifra próxima a los 170.000, la Fed tendrá buenos motivos para subir los tipos, ha dicho Joffrey Lackers, uno de sus miembros, quien ha admitido presiones políticas en las decisiones del banco central. En cualquier caso, la caída del precio del oro (una señal sobre la preocupación sobre la situación de la economía) por debajo de 1.300 dólares la onza no favorece a Trump.

El Brent se está corrigiendo levemente, hasta 51,61 dólares, el euro sube a 1,1202 dólares y el Gobierno mantiene conversaciones discretas con la Administración americana sobre el Deutsche Bank. Hay mucha coordinación internacional en estos momentos.

En Wall Street, los futuros del S&P caen un 0,06%. Son las dudas sobre los datos de empleo de septiembre. Se presagian cambios en el entorno de acción de las bolsas.