El Ibex terminó cayendo en el agujero tras un arranque prometedor y una jornada positiva arrastrada por los bancos y Repsol, que retrocedieron al ver que las cosas se les ponen de nuevo cuesta arriba.

Empezando por Repsol, su descenso provino del giro que se produjo en el precio del crudo, que tras subir a casi 46 dólares por la mañana, se debilitó hasta 44,61 dólares por la tarde, mientras el Texas caía un 1,23%, hasta 44,12 dólares. El pavoroso incendio que sufre la industria petrolífera ha generado temor entre los inversores dado su peso en el mercado.

En el caso del BBVA o Santantader, su baja cercana al 3% provino de comentarios del vicpresidente del BCE, Vitor Constancio, según el cual el banco central europeo necesita tiempo para conocer los resultados de la aplicación de sus políticas expansivas. El mercado ha entendido el mensaje de la misma manera que se entendió en Tokio cuando el Banco de Japón se frenó para alinearse con la Reserva Federal. EE.UU. necesita que el dólar no suba, cosa que ocurriría si Tokio o Frankfurt relajasen su política monetaria y debilitaran sus divisas. El "procura no hacerme daño" suele ser una vía de acuerdo entre las autoridades monetarias. 

El dinero tomó nota y, por si las cosas van más lejos, impulsó la prima de riesgo española a 153 puntos básicos mientras Wall Street corregía inesperadamente y sus tableros electrónicos se teñían de rojo.