En caso de tener una cocina de dimensiones muy pequeñas, ya no hay excusa para no disponer de una freidora. Porque Lidl ha aportado una solución para todas esas personas que no podían tener una por culpa de la falta de espacio, pues las freidoras típicas son de un tamaño desproporcionado. No obstante, han sacado una nueva versión de la freidora habitual, pero con unas medidas mucho más reducidas, ideales para las cocinas de los pisos.
Pese a su tamaño y su apariencia, el funcionamiento que tiene es completamente normal, y tiene una potencia de hasta 850 W. Eso significa que puede llegar sin problema a una temperatura máxima de 190 grados, ideal para freír cualquier tipo de cosa. Todo, por un precio realmente irrisorio, ya que los 19,99 euros que cuesta quedan amortizados desde el primer momento. La freidora también tiene un filtro integrado, y una tapa desmontable con ventana transparente.
Mini freidora de Lidl
El cesto con mango también es desmontable, y se puede meter sin ningún tipo de inconveniente en el lavavajillas, igual que la cubeta antiadherente. El funcionamiento de la mini freidora es muy simple, y es idéntico al del resto de freidoras clásicas. Tiene una rueda para calcular la temperatura, y dos pilotos luminosos. La luz roja señala el estado operativo, y la luz verde señala el nivel de temperatura que se ha alcanzado.
La capacidad de la cubeta es de 1,2 litros de aceite como máximo, el volumen del cestillo es de 0,89 litros, aproximadamente, y la cantidad máxima de patatas fritas que caben es de 450 gramos. Las medidas de la mini freidora de Lidl son de 24,3 x 25,5 x 20,9 centímetros, y el peso neto es de 1,8 kilogramos, mientras que el de la cesta es de 179 g. El material de la carcasa, el cárter de aceite y la cesta es de acero inoxidable, el elemento calefactor es de aluminio y los pies antideslizantes son de silicona.
Por último, con la compra en Lidl de la mini freidora también se incluye un práctico enrolla cable y unas asas de transporte.