La pequeña isla italiana de Alicudi solo cuenta con unos 100 habitantes. Vecina de la isla de Sicilia, Alicudi es el menos habitado de las siete islas Eòlies, que incluye Estrómboli y Lipari. Conocida por su característico pan con LSD, es una destinación tradicional para los veleros y aficionados a los volcanes, ya que desde allí pueden ver las erupciones del volcán Estrómboli. Esta isla se ha convertido en protagonista sin quererlo, y es que sufre de sobrepoblación de cabras. Concretamente, Alicudi está invadida por seis veces el número de habitantes de cabra deseado y cuenta con más animales per cápita que en cualquier otro lugar. Por eso, su alcalde, Riccardo Gullo, pide ayuda a cualquiera que pueda estar interesado en obtener una cabra para resolver el problema.

Gullo, tal como explica la CNN, ofrece a la ciudadanía que esté interesada este animal para que se lo lleve de la isla. No le importa si la persona interesada tiene conocimientos sobre las cabras, simplemente quiere que se las lleven de la isla. El objetivo es que los animales no se sacrifiquen, aunque la administración no hará seguimiento de cuál es el fin de cada cabra. Estos animalillos han invadido zonas residenciales, casas, se pueden encontrar en parques públicos, jardines privados, han roto vallas e incluso escalando paredes de piedra. Las cabras se introdujeron hace 20 años por un ganadero, pero las dejó en libertad. Durante años, los animales han pacido sin ningún tipo de control ni monitorización.

Cualquier persona que esté interesada en adoptar una cabra lo puede hacer hasta la cantidad de 50. Para hacerlo, se tiene que presentar una solicitud oficial a la comunidad antes del 10 de abril, aunque hay la posibilidad de que se alargue el plazo. Además, se tiene que enviar la solicitud por correo electrónico a la autoridad de la isla y pagar una tasa de 16 euros para hacerla oficial. Según el alcalde, ya hay una decena de personas interesadas. Una vez repartidas las cabras, el tomador tendrá 15 días para capturarlas y sacar-las de la isla. El objetivo es reducir mucho el rebaño de cabras, aunque algunas se quedarán para exponer a los turistas.