El mundo españosáurico saltó de alegría al saber que el mosso (o mossa, que no se sabe) que mató a cuatro de los cinco terroristas en Cambrils había sido legionario (o legionaria). Lo explicó El Mundo a bombo y platillo y le siguió El Periódico de monaguillo. Ah, dijeron, ahora sí se entiende la gesta. En el digital además de Somatemps se frotaban las manos: "todo ha quedado aclarado. El agente había realizado su servicio militar en la Legión y esto es lo que le había habilitado para poder ser tan efectivo en la acción policial". Siempre se puede ser más garrulo, pero dejemos que lo explique Unamuno en aquella carta a Azorín: "Es la bárbara mentalidad castellana, su cerebro cojonudo (tienen testículos en vez de sesos en la mollera)". Los Mossos d'Esquadra han desmentido que el mosso (o mossa) haya sido legionario (o legionaria). El Mundo, sin embargo, insiste y "mantiene su historia". Unamuno se está partiendo en su tumba.