La votación de los primeros presupuestos del nuevo Govern de la Generalitat empieza a dividir a la CUP como la dividió durante más de tres meses la posición a adoptar sobre la investidura del president de la Generalitat, y que finalmente forzó el paso al lado de Artur Mas y la elección in extremis de Carles Puigdemont. El sector considerado más pragmático, articulado en torno a la corriente Poble Lliure, es, en general, más proclive a llegar a un pacto con el vicepresident Oriol Junqueras que sirva para sacar adelante las cuentas. En cambio, la posición es la contraria entre las corrientes internas que más apostaron en su día para impedir la reelección de Mas. El concejal de la CUP en Tarragona Jordi Martí Font ha abierto públicamente el debate en un artículo en el digital Llibertat.cat: "Estamos a punto para el debate de los presupuestos de miseria del Govern de la Comunidad Autónoma de Catalunya y creo que hace falta que digamos no". Martí Font incluso vaticina que se acerca un segundo #pressingCUP. Veremos.