Estos días se está insistiendo mucho, por todo el mundo, en la importancia del confinamiento como medida para luchar contra el coronavirus. Se espera que los primeros que prediquen con el ejemplo sean los científicos, pero no siempre es así.

Neil Ferguson, el epidemiólogo del Imperial College London que asesora al gobierno británico, ha dimitido después de haber roto las normas del confinamiento, según ha confirmado Downing Street.

El diario The Telegraph ha revelado hoy que el investigador, especialista en la propagación de enfermedades en humanos y animales, se saltó las normas de distancia social al permitir que una mujer atravesara Londres al menos en dos ocasiones para ir a su domicilio.

"Acepto que cometí un error de juicio y tomé el curso de acción incorrecto. Por eso, he dado un paso atrás en mi actividad en SAGE (siglas en inglés del Grupo Asesor Científico para Emergencias)", ha afirmado en un comunicado el matemático y epidemiólogo de 51 años.

"Me arrepiento profundamente de cualquier menoscabo del mensaje de la necesidad de distancia social para controlar esta epidemia devastadora", ha añadido el científico.

Los análisis de Ferguson fueron clave para endurecer las medidas contra el COVID-19 en el Reino Unido.