Albert Rivera aparece como el gran beneficiado si los partidos no son capaces de ponerse de acuerdo para investir a un nuevo presidente del Gobierno español y se celebran elecciones el 26 de junio. Según una encuesta con la que trabaja Democràcia i Llibertat y que fue entregada el jueves pasado, el Partido Popular podría perder hasta once escaños y el PSOE alrededor de doce. Al menos una veintena se los adjudicaría Ciudadanos. En el sondeo, el resto de escaños a repartir aparece muy distribuido entre diferentes formaciones y con horquillas amplias. Podemos no se beneficiaría. Entre otros motivos porque disminuiría la participación en cerca de cuatro o cinco puntos y muchos de los nuevos abstencionistas procederían de las filas de la izquierda, molestos porque el cambio no se haya producido todavía. El nuevo mapa electoral no aportaría un cambio de mayorías aunque situaría una coalición PP-C's por encima de los 170 diputados, cerca de la mayoría absoluta de 176.