A raíz de la crisis sanitaria de la Covid, el ayuntamiento de Barcelona ha decidido abrir para todo el mundo los lavabos que cumplan las medidas de higiene y seguridad pertinentes de los equipamientos públicos municipales como centros cívicos, bibliotecas y Oficinas de Atención a la Ciudadanía. Las restricciones en el sector de la hostelería han comportado que se hayan reducido las posibilidades de la ciudadanía de acceder a un lavabo público.

Esta iniciativa, que se implementará mientras dure la pandemia, nace a raíz de una propuesta que ha realizado en ERC a la comisión de Presidència, Drets de Ciutadania, Participació i Seguretat i Prevenció para que la ciudadanía. "La función del Ayuntamiento es garantizar el bienestar de la ciudadanía y, en tiempo de pandemia, también dar respuesta a las necesidades generadas a causa de las restricciones", ha defendido la concejala republicana a Marina Gassol.

Además, ha considerado que "el hecho de ir al servicio (...) tiene que ser un derecho que la administración local tiene que permitir y asegurar". Por eso, ha señalado que antes de la pandemia de coronavirus "entrar a tomar un café podía ser la excusa para poder utilizar los servicios de un bar. Pero consideramos que el hecho de poder ir al servicio no tiene que implicar necesariamente un acto de consumo".

Otra de las peticiones de Gassol es que se priorice a colectivos como los niños, las personas mayores o mujeres embarazadas a la hora de utilizar los servicios públicos.