Mònica Garcia Massagué pisó el Festival de Cine de Terror de Sitges como periodista de una televisión local hace 23 años. Con el tiempo cambió la platea por el escenario, con varias responsabilidades dentro de la organización, y ahora mismo es la directora general de la fundación que rige el actual Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges. Estudió Periodismo, Publicidad y Relaciones Públicas, pero la otra vocación suya es el cine. A él vierte todo su entusiasmo con la previsión de que habrá que dar otro formato en la edición del próximo mes de octubre: "Apostamos por un modelo híbrido".

El festival ha adquirido una dimensión extraordinaria – "somos el Cannes del cine fantástico" - dentro de un género que va en crescendo. Sobre todo gracias a las series, "que se consume muy bien, llega a un público muy amplio, capta a los más jóvenes. Quién más quién menos toma el modelo del cine fantástico porque ha creado un lenguaje que se infiltra en las historias; se utiliza el fantástico para explicar dramas o diferencias sociales". Pone como ejemplo La forma del agua de Guillermo del Toro, ganadora de los óscar hace tres años. "Nunca se había planteado que una película de cine fantástico pudiera ganar el óscar. Del Toro se estrenó a Sitges, allí se promocionó y conoció a Santiago Segura y Antonio Bayona. Son historias de amor profesional y cinéfilo que se han producido en las butacas del festival. Hay toda una comunidad que nos acompaña desde hace décadas".

Es inevitable preguntar la resonancia que tiene la pandemia en cuanto a paralelismo de películas que previeran una tragedia de este calibre. "Es un tópico que somos los expertos en lo que está pasando: pandemias, catástrofes, ciudades futuristas en que el mundo se acaba es verdad que ahora estamos inmersos en un guion malo, muy duro de soportar y que se parece por desgracia a una película de terror". Tirando de videotecas, "la que tiene más éxito estos días es Contagio, de Steven Soderbergh, que es la que más se parece al proceso que ha seguido este virus."

La directora del Festival de Sitges advierte contra la "cultura gratis" de este confinamiento: Esta costumbre se tiene que redirigir, va en contra nuestra. Hay todo un tejido cultural y económico que sostiene una iniciativa. El Festival, por ejemplo, tiene 130 trabajadores y 20 proveedores. Cuando pirateamos estamos afectando en una pieza básica de la cultura del país. Si no reconocemos la cultura acabamos debilitándola".

La campaña #joimpulsotalent permite hacer aportaciones económicas para apadrinar talento de una forma muy sencilla, ahora y aquí.