Jaume Duch es uno de los catalanes que triunfa por el mundo. Funcionario europeo y residente en Bruselas desde hace 30 años, es director general de Comunicación y portavoz del Parlamento Europeo, con un equipo a su cargo de 900 personas. Licenciado en Derecho y periodista, se expresa indistintamente en cinco idiomas en función del interlocutor y del tema a abordar. Hablar en nombre de una institución de 27 estados, con sensibilidades ideológicas y territoriales diferentes, exige todo un tratado de diplomacia. Hoy viernes se inicia la cumbre de jefes de estado y de gobierno que tiene que avanzar en el anunciado Plan de Recuperación post-pandemia con 750.000 millones de euros sobre la mesa.

El nuestro entrevistado pondría una nota alta a la prueba de estros que ha sufrido el estado del bienestar europeo durante estas semanas. "En algún momento la tensión ha sido muy alta, pero la diferencia en la respuesta es enorme comparado con otros países avanzados como Estados Unidos. Hemos demostrado ser un espacio no sólo económico, sino social, altamente eficaz". "La Unión Europea no tiene competencias reales en materia sanitaria. La gente se piensa que la UE lo puede hacer todo, que las cosas se deciden en Bruselas y que los estados miembros se tienen que conformar. Eso no es así, hay temas que son competencia de los gobiernos o que las tiene compartidas. En el caso de la sanidad, el Tratado da a la Unión Europea un cierto poder de coordinación y de promoción", comenta el portavoz para contrarrestar una cierta imagen de ausencia de las instituciones europeas en la crisis sanitaria por el coronavirus. En descargo, Duch recuerda que la incidencia de la covid_19 ha sido desigual en los diversos países, por lo cual la respuesta en cuanto a confinamiento y cierre de fronteras también ha sido diferente.

En cambio, pone en valor que Europa ha hecho valer su capacidad para paliar la crisis económica y social. "Puso en marcha enseguida toda una línea de ayudas, préstamos, movilización de fondo para que los países pudieran pagar los gastos para reforzar el sistema sanitario y después para evitar que los estados entraran en una crisis como la de 2008, cuando algunos fregaron la bancarrota. La reacción esta vez ha sido muy rápida por parte de las instituciones europeas".

Sobre la cumbre de este viernes y las reticencias de algunos estados a ayudar en los países del sur, Jaume Duch reconoce que "es normal que tengan mucho a decir los países que pondrán o avalarán este dinero. Este viernes empezarán a afinar la partitura y si todo va bien la decisión será en julio. Hay prisa y, además, va vinculado a la aprobación del presupuesto comunitario por los próximos siete años. Será la primera vez que la Comisión Europea haga una mutualización de la deuda". El portavoz añade como a punto positivo de los tres meses de confinamiento que a pesar de cerrarse las fronteras por el tráfico de personas "la Comisión trabajó para que no se cerraran las fronteras por el tráfico de mercancías. Para la apertura exterior de fronteras en terceros países se busca una respuesta coordinada sobre cuando y para qué países para evitar una nueva entrada del virus".

No evita una cierta crítica a un punto que la globalización ha puesto de relieve: "Ha habido una competición triste para aprovisionarse de material médico muy básico que hemos descubierto que sólo se hacía en China. La Comisión ayudó haciendo una licitación común para los diversos estados miembros que ha permitido negociar mejor el precio". El hecho de ser catalán hace que dirigentes europeos, diputados o funcionarios le pregunten sobre la situación en nuestro país. Sobre si se ha sentido incómodo en algún momento por esta cuestión responde que "institucionalmente, no, y en la relación con los medios, tampoco". ¿Afectará a la ralentización para la pandemia en el calendario de la petición de suplicatorio en Puigdemont? "Sí, ha afectado en muchas a otras cosas que no eran prioritarias, que eran las relacionadas con la pandemia. Hasta que no haya presencia física mayoritaria a la comisión jurídica no empezará el auténtico debate sobre la petición de suplicatorio de estos tres diputados catalanes y de otros. Es cuestión de unos cuantos meses".

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