No hay cosa más necesaria para el ser humano que encontrar la fragancia perfecta. Quizás tenemos que empezar a reconocer que nos encanta oler bien para que se note que somos personas limpias y aseadas y reivindicar que nuestra señal de identidad no se define por el color de nuestros ojos, sino por el olor de nuestras camisas. Ahora que no nos escucha nadie: ¿cuántas veces os habéis olido la manga disimuladamente para aseguraros de que se nota la colada de anoche? ¿O cuántas habéis destapado el detergente antes de escoger con cuál os quedáis?

Ante la duda, Detersolín es garantía de éxito. Aromas aparte, esta marca de detergentes de Santa Margarida i els Monjos (Alt Penedès) ha encontrado la mezcla perfecta entre producto estrella y sostenibilidad. No son recién llegados: a sus espaldas habitan 40 años de experiencia y la responsabilidad de ser pioneros en la introducción de detergente líquido en el mercado. Su gran apuesta ha sido poner el medio ambiente en el centro. Han eliminado los fosfonatos y los micro plásticos de sus artículos (sustancias que perjudican el medio acuático) y han impulsado un nuevo pack hecho de plásticos 100% reciclables; antes de acabar el año, además, prevén que el 50% de los envases estén hechos con plástico reciclado.

En contra del despilfarro de agua

¿Eres de los que piensa que el agua es un recurso ilimitado? A diferencia de lo que mucha gente piensa, no lo es; aunque el 70% de la superficie de la Tierra es agua, sólo el 3% es dulce y de consumo. ¿Y qué hace esta marca catalana para reducir el uso de agua y luchar contra su despilfarro? Pues utilizar fórmulas concentradas para llevar a cabo la producción. Debemos tener en cuenta que solo la media española de agua utilizada por persona és de entre 130 y 150 litros por día, mucho más de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Llegados a este punto, buscar alternativas concienciadas con el planeta es indispensable y la marca lo sabe. Su compromiso con el consumo ético y responsable también ha hecho que hayan empezado a introducir una nueva gama con certificación ecológica para el cuidado de la ropa y la limpieza del hogar.

 

Proximidad para acercarse a la gente

El 100% de los detergentes de Detersolín se fabrica en sus instalaciones del Alt Penedès, donde trabajan más de 200 personas – la gran mayoría también residentes en la comarca. No sólo eso: gran parte de los proveedores también son empresas comarcales o de la demarcación de Barcelona.

Que la fabricación de los productos sea autóctona no sólo permite reducir el impacto medioambiental (porque hay menos transporte y menos cadena de distribución) sino que también ayuda a construir vínculos de confianza a más efectivos que hacen incrementar la reputación de la marca. Estos detergentes pueden encontrarse en supermercados de la talla de Bon Preu-Esclat, Condis, Sorli, Alcampo, Clarel, Consum, Caprabo o Carrefour; en un contexto de competencia digital feroz, la proximidad es (y debe ser) el gran añadido para hacer frente a las grandes cadenas – y también para generar puestos de trabajo locales.

Detersolín conjura una serie de valores y trabaja con coherencia para que todo el engranaje funcione- Pone en la palestra la importancia de tener un buen cuidado de la ropa para que no pierda calidad, claro, pero ante todo refuerza la revolucionaria idea que solo podremos vestirnos si tenemos un entorno donde hacerlo. Un grano de arena que tiene forma de caja de detergente.