Todos hemos escuchado hablar de las grasas trans que tan perjudiciales resultan para la salud. Por desgracia, son muy utilizadas por la industria alimentaria, porque permiten alargar la vida útil de los alimentos, les proporciona una textura atractiva, aumentan su estabilidad y les ahorran muchos costes. Son ácidos grasos insaturados que se forman artificialmente cuando se convierte un aceite líquido en una grasa sólida, en un proceso que recibe por nombre hidrogenación porque se logra agregando hidrógeno al proceso.

Están muy presentes en determinados alimentos, sobre todo los ultraprocesados y en las margarinas vegetales y su consumo reiterado está vinculado a un mayor riesgo de sufrir diversas enfermedades, como la aterosclerosis y otras enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas, como recoge este estudio publicado en la revista Scientific Reports. Una de las razones es que las grasas hidrogenadas aumentan el colesterol malo (lipoproteína de baja densidad o LDL) y reducen el colesterol bueno (lipoproteína de alta densidad o HDL).

La Unión Europea ha limitado el uso de grasas trans que no sean de origen natural a un máximo de 2 gramos por cada 100 gramos de grasa en alimentos destinados al consumidor final y en aquellos destinados al suministro a minoristas. Aun así, este tipo de alimentos debe restringirse del consumo habitual de la dieta de una persona. Estos son algunos consejos para evitar su uso.

Planificar el menú

La mejor forma de evitar tener que cocinar a toda prisa o abrir la nevera para ver que nos encontramos es hacer los fines de semana una planificación del menú semanal equilibrado y la lista de ingredientes que se necesitan para ajustarse a lo establecido.

Saber dónde están presentes

Los aceites hidrogenados se encuentran en alimentos como la margarina y manteca vegetal, los alimentos para hornear procesados, las masas preparadas o alimentos que contengan nata. Lo mejor es leer atentamente las etiquetas de los alimentos, para no encontrar en la lista la palabra hidrogenado en algún lugar.

Utilizar el aceite de oliva para cocinar

El aceite de oliva debe ser la grasa principal a la hora de cocinar los alimentos, incluso la bollería casera. Es un alimento esencial en la dieta mediterránea, saludable para el corazón, y que forma parte de nuestra cultura gastronómica.

Cocinando con aceite de oliva / Unsplash
Cocinando con aceite de oliva : Unsplash

Cuidado con los tentempiés

Muchas veces, más que en la propia comida en si, el problema está en el tentempié que ingerimos a media mañana o para merendar. Acercarse al bar y tomar un pincho o hacerse un bocadillo aumenta las probabilidades de tomar más grasas trans. Por eso hay que tener siempre a mano alternativas más saludables, como nueces, zanahorias mini, frutas o yogures con probióticos.

Los postres, caseros

Aunque nos lo propongamos, a veces es difícil no caer en la tentación de comer un dulce. Así que es mejor tener en casa alguno elaborado con ingredientes más naturales y así no hacer uso de la bollería industrial, las gominolas o las tartas preparadas.