La alimentación no causa el TDAH, ni es un factor de riesgo de su aparición. Pero sí que existe investigación que sugiere que una serie de cambios en la dieta mediante la suplementación pueden ayudar a mejorar este trastorno que afecta a aproximadamente el 7% de la población.

El TDAH

Los síntomas principales del TDAH son la hiperactividad, el déficit de atención y la falta de control de impulsos. Sus orígenes no están claros, pero se cree que existe un componente genético y que tiene que ver un bajo nivel de dopamina y noradrenalina en la corteza prefrontal del cerebro. Esto provoca que las personas afectadas tengan más dificultades en sus tareas diarias, presentando problemas para concentrarse, tener comportamientos apropiados y mantener relaciones normales con las personas de su entorno.

No es un trastorno que se pueda curar, por eso se actúa sobre los síntomas. La terapia conductual y la medicación son las dos vías de actuación principales, pero algunos suplementos también pueden ser útiles.

Suplementos

Se sabe que ciertos alimentos afectan al modo de comportarse de las personas. Por ejemplo, la cafeína puede aumentar el estado de alerta, el chocolate afectar al estado de ánimo y el alcohol modificar el comportamiento, como demuestra este estudio de la Universidad de Southampton.

Lo mismo ocurre con las deficiencias nutricionales. Según esta investigación de la Universidad de Oxford, tomar un suplemento de ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales condujo a una reducción significativa en el comportamiento antisocial, también en los niños.

Debido a que los síntomas del TDAH son en gran medida conductuales, es lógico pensar que la alimentación puede tener una incidencia. Por esta razón, se han llevado a cabo numerosas investigaciones sobre nutrición analizando los efectos de los alimentos y los suplementos sobre el TDAH.

Cápsulas
Cápsulas

En este estudio realizado en Chicago se demuestra que muchos niños con TDAH no consumen una dieta equilibrada y tienen déficit de algunos nutrientes. En este sentido, se han analizado los efectos de diversos suplementos sobre el trastorno, como son los aminoácidos, las vitaminas, los minerales y los ácidos grasos.

Por ejemplo, los aminoácidos fenilalanina, tirosina y triptófano son empleados por nuestro organismo para producir los neurotransmisores dopamina, serotonina y norepinefrina. Se ha demostrado que las personas con TDAH tienen problemas con estos neurotransmisores, así como niveles bajos de estos aminoácidos en sangre y orina. Los suplementos de tirosina y s-adenosilmetionina han demostrado beneficios leves sobre las personas afectadas.

También se han llevado a cabo estudios analizando los efectos de los suplementos de zinc y todos ellos han concluido que producen mejoras en los síntomas, al igual que los suplementos de hierro. En cuanto a los ácidos grasos omega 3, los niños con TDAH generalmente tienen niveles más bajos, lo que a su vez se traduce en problemas de aprendizaje y de comportamiento. Por eso muchos estudios han encontrado que los suplementos que los contienen tienen efectos beneficiosos en los TDAH, mayor capacidad de trabajo y concentración y disminución en la inquietud, la impulsividad y la hiperactividad.