Para este 2022, tal y como se recoge en el informe “Las cifras del cáncer en España 2022”, editado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los nuevos casos de cáncer experimentarán en España un ligero incremento con respecto a 2021, estimándose un total de 280.101 nuevos casos, 160.066 hombres y 120.035 mujeres.

El cáncer es una enfermedad cuya incidencia crece sin pausa. En las últimas décadas, el número absoluto de cánceres diagnosticados se ha incrementado a causa del aumento poblacional, el envejecimiento, la exposición a factores de riesgo – tabaco, alcohol, contaminación, obesidad y sedentarismo, entre otros– y en algunos tipos de cáncer como el colorrectal, y los de mama, cérvix o próstata, por el aumento de la detección precoz. A su vez, también ha crecido la supervivencia, sobre todo en algunos tipos de cáncer como el de próstata o mama.

Tanto para aquellos que están pasando por la enfermedad como para los que han conseguido superarla, existe una disciplina dentro de la psicología que se dedica en especial a este tipo de pacientes y sus familias, dotándoles de los recursos necesarios para afrontar el diagnóstico y el tratamiento de cualquier tipo de cáncer. Se trata de la psicooncología.

Esta enfermedad, además de las consecuencias físicas, tiene un impacto emocional que afecta a la vida personal, social y laboral de las personas. El enfermo vive lo que se conoce como un duelo oncológico.  

Hombre preocupado / Unsplash
Hombre preocupado / Unsplash

Lo que dice la ciencia

Como recoge este estudio de la Universidad de Granada, entre las principales alteraciones psicológicas que se derivan de la detección del cáncer destacan los trastornos de ansiedad y depresión. Y son muchos los estudios señalan que el tratamiento efectivo de los factores psicológicos alterados mediante técnicas cognitivo-conductuales produce una mejoría, no solo en los aspectos psicológicos, sino también en la calidad de vida de las personas con cáncer.

“Una enfermedad oncológica es una situación aversiva e incontrolable (estresante) y que suele ser vivida por las personas que la padecen con angustia, tristeza y desaliento, dependiendo de su estilo cognitivo y sus habilidades de afrontamiento y solución de problemas”, concluye el trabajo científico.

El tratamiento psicooncológico se lleva a cabo mediante terapias individuales y específicas para este tipo de enfermos, de apoyo y de carácter cognitivo-conductual y psicoeducativo. También se realizan terapias grupales, de pareja y de familia. La terapia cognitivo-conductual se centra en trabajar con un terapeuta para ayudar a identificar y cambiar patrones de pensamiento, respuestas emocionales y comportamientos inexactos o distorsionados. El objetivo es que la persona diagnosticada con cáncer o que lo haya pasado pueda llevar una vida con la mayor normalidad posible, incluso en situaciones adversas.