La enfermedad inflamatoria intestinal hace referencia a dos patologías, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Son autoinmunes, inflamatorias y crónicas. Se desarrollan brotes o fases activas y periodos de remisión y producen una alteración en la capacidad del organismo para digerir los alimentos y absorber los nutrientes. Pueden provocar síntomas como diarrea, sangre en las heces, cansancio, dolor abdominal, pérdida de apetito, pérdida de peso y fiebre.

Actualmente, a las personas sospechosas de padecerlas, se someten a una colonoscopia, un procedimiento que se realiza con anestesia. Pero el Instituto Weizmann de Ciencias en Israel ha desarrollado una alternativa no invasiva: detectar la inflamación en los intestinos analizando una muestra de materia fecal.

La idea surgió cuando los expertos observaron que las células desprendidas del revestimiento intestinal de los ratones  y expulsadas en las heces se mantienen vivas por varias horas. “Podemos analizar la expresión génica en las células que se desprenden a diario del revestimiento del intestino humano, y utilizar esta expresión para aprender acerca de potenciales procesos de enfermedad en el intestino,” señalan los expertos.

Los investigadores realizaron un ensayo publicado en la revista Gut, en el que analizaron células recogidas del revestimiento intestinal de treinta pacientes con una enfermedad intestinal inflamatoria durante el curso de la colonoscopia. Algunas de las células procedían de muestras de materia fecal tomada del tracto intestinal inferior y otras de biopsias del revestimiento intestinal en la misma área. Los investigadores compararon las células de los pacientes con aquellas tomadas de las muestras de materia fecal o biopsias de unas treinta personas sanas que fueron sometidas a colonoscopias como parte de las pruebas de rutina de detección del cáncer.

Intestinos

Mediante una secuenciación de ARN  especialmente adaptadas y otros métodos avanzados, los científicos determinaron qué tipos de células estaban presentes en cada una de las muestras. Descubrieron que además de las células regulares que constituyen el revestimiento intestinal, las muestras de materia fecal contenían cuatro tipos de células relacionadas con el sistema inmunitario y asociadas a la inflamación, entre ellas los monocitos inflamatorios y las células T reguladoras.

A través de los algoritmos identificaron distintos patrones de expresión, o firmas de ARN, de las células de cada muestra. Estas firmas ayudaron a revelar la proporción exacta de cada tipo de célula relacionada con el sistema inmunitario en el revestimiento intestinal y permitió determinar si una persona tenía o no un caso activo de inflamación intestinal.

Las muestras fecales demostraron ser más fiables en este sentido que en las biopsias: “Una biopsia puede pasar por alto una inflamación ya que provee una instantánea del punto estrecho del que se extrajo, mientras que una muestra fecal contiene células desprendidas de todo el revestimiento del intestino,” explican.