Con la llegada del verano, comenzamos a ver cada vez más las terrazas de los bares y cafeterías muy concurridas. Son el punto de encuentro preferido por todos, ya sea que tengamos que quedar con alguien por trabajo o una reunión con amigos. Hasta aquí todo perfecto, pero cuando llega el camarero, empiezan nuestras dudas.

¿Qué te pides si quieres refrescarte y a la vez no descuidar tu dieta? Ya sabemos que los refrescos y el alcohol no son una buena opción. Y tampoco quieres cargarte de cafeína… ¿Qué opciones tienes para hidratarte, refrescarte y cuidar tu figura, manteniendo una alimentación saludable?

Té Helado: tu aliado en verano

¡El té helado es la solución para los días de verano! Es delicioso, y no solo los podrás conseguir en cualquier cafetería, sino que podrás hacer tus propias creaciones en casa para sorprender a tu familia y amigos en un día de calor. Los tés helados son fabulosos, además de aportar una excelente hidratación, podrás disfrutar de su riquísimos sabores y de sus beneficios.

La clave está en utilizar los ingredientes adecuados según el momento del día. Por la mañana, es ideal un té helado que aporte energía para comenzar el día. Por la tarde, puedes tener un aperitivo para hidratarte después de la jornada laboral o después de tu entreno. Y por la noche lo ideal es un té helado que te ayude a relajarte, para poder conciliar un óptimo descanso.

Un té helado es ideal a cualquier hora del día

Té Helado
Té Helado

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Por la mañana: energizante Té Helado Verde con Jengibre

Previamente tienes que hacer cubitos de hielo con hojas de menta y limón. Exprime 4 limones y corta unas cuantas hojitas de menta o hierbabuena y rellena una cubitera. Reserva en el congelador hasta el momento de uso.

Prepara un té verde (4 sobrecitos en un litro de agua hirviendo) y déjalo infusionar. Cuando esté a temperatura ambiente puedes ponerlo en la nevera. La merienda de la media mañana es un momento ideal para este té helado, sirve el té verde frío y añade los cubitos de hielo de limón y menta.

Por la tarde: hidratante y Refrescante Té Helado Frutos Rojos

Este té me gusta tomarlo casi granizado, por lo que tienes que repararlo con antelación. Primero tienes que congelar en una bolsita de frutos rojos (fresas, arándanos, frambuesas).

Prepara un té de frutos rojos y déjalo enfriar a temperatura ambiente, luego reservarlo en la nevera. En el momento de beberlo hay que poner en la licuadora (apta para triturar hielo) unos cuantos cubitos de hielo y las frutas previamente congeladas. Tritura todo y sirve los vasos hasta la mitad. Añade el té de frutos rojos que tenías reservados y ponle unas rodajas de lima.

Por la noche: refrescante y Relajante Té de Hierbas

Este té helado es muy fácil de hacer, pero como los anteriores, lleva un paso previo.

Corta rodajas de naranja y lima y ponlas a congelar en una bolsita. Después, prepara tu infusión de hierbas favorita y resérvala en la nevera. Antes de irte a la cama, sírvete un vaso de té de hierbas y añade las rodajitas de lima y naranja congeladas. Te ayudará a conciliar un buen descanso, a hacer la digestión, a mantenerte hidratada y a refrescante en los días de calor.