La harina es un ingrediente básico de la gastronomía que ha sido estigmatizado de forma negativa por mucho tiempo. Pensar en ella, para muchas personas, lleva aparejada la consecuencia de aumentar indefectiblemente de peso. Y no tiene por qué ser así.

Para que la próxima vez que decidas consumirla (o que esté en tus manos preparar algo con ella) tengas mayor información al respecto, hoy te compartimos pros y contras de usar ya sea la blanca refinada, o la integral.

Harina blanca

Se trata de harinas que, como por ejemplo la de trigo, se someten a un procesado industrial en el que se vuelven más finas. Un grano normal se forma por salvado, germen y endospermo. Para hacer harinas blancas generalmente sólo se usa el endospermo.

Ventajas

  • Es muy digerible

La harina blanca, por haber sido tamizada y desproveída del salvado y el germen, se vuelve mucho más fácil de procesar en el sistema digestivo.

  • Es barata

Es parte de la canasta básica y, por consiguiente, bastante asequible al bolsillo. Por fortuna, también hay muchas marcas que las venden, por lo que puedes elegir la que mejor te funcione en la cocina, o la que tenga mejor sabor.

  • Los horneados siempre son livianos

Esto es algo que puedes comprobar fácilmente. Si horneas con harina blanca y con integral, la diferencia de consistencia puede ser abismal. Mientras que la última se siente pesada y un poco más grumosa, la blanca se puede hacer todo lo porosa que quieras.

harina
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Desventajas

  • Carece de ciertos nutrientes

Cuando se procesa la harina, para hacerla refinada, se pierden parte de sus propiedades y nutrientes. Por esta razón las harinas blancas tienen menos fibra, proteína y micronutrientes como vitaminas y minerales.

  • Incrementa los niveles de azúcar en la sangre

Esto debido a que tienen un alto índice glucémico. Si sufres de diabetes, por ejemplo, es una muy mala idea consumir muchas harinas refinadas; especialmente si estás cerca de irte a dormir.

  • No es muy saciante

Esto está relacionado con lo que hablábamos antes acerca de sus facilidades para ser digerida. Al ser así, tu cuerpo demanda de forma muy pronta que vuelvas a consumir más alimentos para volver a tener energía.

  • Aumenta las calorías de lo que te comes

Y eso no es lo más grave, sino que las aumenta sin aportarte muchos nutrientes. A todos los alimentos a los que se les añaden harinas refinadas les sube la densidad calórica, sin apenas aumentar su volumen. Por lo tanto, son muy engañosas.

Harina integral

Es aquella que pasa por muy pocos, si no es que casi ningún proceso de refinamiento. Su color es marrón o café y contiene los granos enteros molidos de donde proviene.

 Beneficios

  • Contiene mucha fibra

Como proviene de granos completos, tiene más aporte de fibra y eso repercute en la salud de tu aparato digestivo, así como en una sensación de saciedad más prolongada. Eso es bueno para personas que buscan controlar o bajar su peso, consumiendo cantidades racionales de este alimento.

  • Ayuda a reducir el colesterol

Por lo mismo, disminuye el riesgo de padecer problemas del corazón y ataques cardiacos. Los granos enteros de este tipo de harina baja los niveles de triglicéridos, que pueden generar enfermedades cardiacas.

  • Tiende a mantener los niveles de azúcar en la sangre

A diferencia de con la harina blanca, la integral no produce subidas drásticas de insulina en la sangre. A ello se debe que este tipo de harinas se recomiende para personas con diabetes tipo II, con obesidad o problemas metabólicos.

Desventajas

  • Es un poco más cara

Esto es bastante relativo. En general sí es más costosa, pero si te acercas a productores pequeños de este tipo de harinas te darás cuenta que casi cuestan lo mismo. Es cuestión de destinar un buen tiempo para encontrar opciones porque, eso sí, no es tan sencilla de encontrar como la blanca.

  • No a todos les encanta su sabor

Eso lo sabemos. Comer panes hechos con masa de granos integrales puede dejarte un sabor amargo en la boca y verdaderamente poner a reto la fortaleza de tu dentadura. Esto se debe a los taninos y al ácido fenólico que vienen en la parte de afuera de los granos.

  • Es muy calórica

La harina integral es más saludable por todas las razones que ya te explicamos, pero eso no le quita sus calorías. Esto podría ser un obstáculo para ayudarte a perder peso si la consumes en exceso. Algo en lo que debes fijarte siempre que compres harina de este tipo es en que no traigan azúcares añadidas: muchas veces los productores, para esconder un poco el sabor amargo de este tipo de productos, le agregan azúcares. Y eso sería bastante perjudicial para tu dieta.