Algunos estudios recientemente sugieren que la efectividad de la vacunación disminuye si la persona vacunada sufre algunas condiciones de salud crónicas, en especial hablamos de la obesidad, la hipertensión o la dislipemia. Esta última, menos conocida, es una alteración de los niveles de lípidos y proteínas en la sangre. Incluye colesterol, triglicéridos o ambos, y es uno de los principales factores de riesgo de cardiopatía isquémica. 

Mortalidad reducida gracias a una buena dieta

Con este panorama, donde hemos visto que la vacunación masiva funciona pero que algunos aspectos pueden reducir su eficacia, Nature arroja algo de luz. Nos hablan de la 'dieta de la zona azul', que se basa en ingerir plantas y que puede ser capaz de ayudarnos a reducir la mortalidad derivada de algunas causas, ya que muchas de estas causas tienen que ver con la dieta y el estilo de vida, por la cual cosa son corregibles y modificables.

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La dieta vegetal como aliada frente a la Covid-19

Pero no solamente Nature nos releva datos interesantes, sino que otras investigaciones asocian una dieta basada en plantas con una reducción de hasta el 9% el riesgo de contraer Covid-19, y hasta un 41% menos de riesgo de sufrirlo gravemente. Unos datos que nos dicen mucho de los beneficios de incrementar los alimentos vegetales en nuestro día a día, y es que en algunos estudios de países occidentales se ha visto como una dieta basada en plantas puede incluso reducir un 73% el riesgo de contraer la infección a un nivel moderado o grave. Hablamos de porcentajes muy altos.

¿Y qué conocemos como 'zonas azules'? Se trata de lugares o áreas donde vemos una esperanza de vida especialmente alta. Lugares donde llevan a cabo una 'dieta de la zona azul', término que ya se está popularizando, y que hace referencia a dietas basadas en plantas ricas en fitoquímicos y antioxidantes. Además, también comen abundantes verduras de hoja verde, así como soja o derivados. Pese a que debemos ser cautos cuando hablamos de esperanza de vida y de dietas, sí que parece estar relacionada esta dieta con una alta esperanza de vida, por ejemplo en Okinawa, en Japón. Lo podemos ver en aspectos como la baja mortalidad por enfermedad cardiovascular o por cáncer que reflejan los datos de la misma Okinawa. Como dato impactante, volviendo a la Covid-19, en Okinawa la mortalidad ha sido de 0.08%, mientras que en la capital del país, Tokio, ha sido hasta dieciséis veces superior, alcanzando el 1.3%, lo que supone un incremento significativo y que nos da mucho que pensar acerca de la importancia de las plantas en nuestra dieta.