El sueño es un factor fundamental a la hora de mantener una correcta función cognitiva y una buena salud psicológica. Pero, a medida que envejecemos, a menudo se producen alteraciones en los patrones del sueño, como por ejemplo la dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido, o la disminución de la cantidad y calidad del sueño. Los estudios demuestran que estos trastornos del sueño pueden contribuir al deterioro cognitivo y los trastornos psiquiátricos en la población que va cumpliendo años.

Una posible razón para la asociación entre la falta de sueño y el deterioro cognitivo puede deberse a la interrupción del sueño de ondas lentas (profundo). Se ha demostrado que la interrupción de este tipo de sueño tiene una estrecha relación con la consolidación de la memoria, así como con la acumulación de amiloide, una proteína clave que está relacionada con algunas formas de demencia como el Alzheimer. Además, la falta de sueño puede dificultar la capacidad del cerebro para deshacerse de las toxinas.

Mujer despierta
Mujer despierta

Un estudio llevado a cabo por diferentes instituciones, entre ellas la Universidad de Cambridge, y publicado en la prestigiosa revista Nature, ha concluido que existe un vínculo entre la cantidad de sueño y las diferencias en la estructura de las regiones del cerebro involucradas en el procesamiento cognitivo y la memoria y que dormir siete horas cada noche sin demasiadas fluctuaciones en la duración es fundamental para el rendimiento cognitivo y la buena salud mental y el bienestar en las personas de mediana edad en adelante. No se deben dormir menos horas, pero tampoco más.

Estudios anteriores también han demostrado que los patrones de sueño interrumpidos se asocian con un aumento de la inflamación, lo que indica una susceptibilidad a las enfermedades relacionadas con la edad en las personas mayores.

Los investigadores creen que la duración insuficiente o excesiva del sueño puede ser un factor de riesgo para el deterioro cognitivo en el envejecimiento. “Dormir bien por la noche es importante en todas las etapas de la vida, pero especialmente a medida que envejecemos. Encontrar maneras de mejorar el sueño de las personas mayores podría ser crucial para ayudarlos a mantener una buena salud mental y bienestar y evitar el deterioro cognitivo, particularmente para pacientes con trastornos psiquiátricos y demencias”.