Ghosting es un anglicismo que, en los últimos tiempos se ha puesto de moda y no solo entre las generaciones más jóvenes, ya que su uso está, cada vez, más generalizado. Se trata de desaparecer sin previo aviso y sin dar explicaciones. Como por arte de magia. Puede darse en una relación de pareja, normalmente incipiente, en una amistad y tanto en vivo como a través de distintas aplicaciones móviles, como WhatsApp, Tinder o Grindr.

Reacciones al 'ghosting': dolor o sorpresa

El ghosting puede ser doloroso para quien lo sufre o no. Depende, fundamentalmente, del contexto. Si una persona con la que has empezado a salir hace algunas semanas, desaparece de repente, puede ser un golpe para el ego, además de una desilusión. Por contra, si alguien con quien estás empezando a hablar en una aplicación de contactos o relaciones, desaparece, es posible que te afecte en mucha menor medida. 

La reacción más habitual en cualquier caso cuando una persona sufre ghosting es el desconcierto. Y es normal que te preguntes ¿qué ha pasado? ¿Por qué? ¿Qué he hecho? Creías estar empezando a conocer a alguien y, de pronto, ya no queda ni rastro. En realidad, nada nuevo, ya que esto ha sucedido siempre, pero ahora se ha etiquetado de esta forma y la tecnología lo hace más evidente. 

La búsqueda de amistades, relaciones o pareja utilizando redes sociales y aplicaciones es cada vez más frecuente. Esto hace que los nuevos contactos sean más rápidos y, debido a que en realidad se trata de procesos de selección, hay muchos descartes. Ante esta tesitura, hay quien decide despedirse con educación y seguir su camino, pero también quien opta por borrar el perfil o bloquear el contacto y desaparecer. 

Hombre decepcionado / Unsplash
Hombre decepcionado / Unsplash

Puede provocar inseguridad y minar la autoestima

La ausencia de respuesta, puede pasar prácticamente desapercibida, pero también suponer un duro golpe o, incluso, vivirse de forma traumática. Varios expertos afirman que cada vez acuden más víctimas de ghosting a las consultas, porque esta experiencia puede llegar a tener un impacto considerable sobre la autoestima y hacer aflorar la inseguridad a la hora de iniciar nuevos contactos. 

Los estudios más recientes muestran que, aunque también se produzca en las relaciones, es más frecuente entre las amistades, lo cual no lo hace menos doloroso. Incluso aunque la ausencia pase desapercibida, por lo incipiente de la relación o por cierta falta de interés, experimentar el vacío no es agradable para casi nadie. 

Hacer una llamada o lanzar un mensaje sin obtener respuesta es, cuando menos, desconcertante si no lo esperas. Y un signo evidente de que no le interesas. Aceptar esto no siempre es fácil, aunque las nuevas formas de relacionarse hacen que esté a la orden del día. Sin embargo, lo cierto es que, posiblemente, estés ahorrando un tiempo precioso y un desgaste innecesario. 

No solo porque no tienes necesidad de estar con alguien a quien no le interesas, sino porque el hecho de no tener la consideración o el valor necesario para mantener una conversación define la personalidad de quien lo hace. ¿Es esta la persona que necesitas cerca? Eso sí, no está de más que te asegures de que está bien. Después, es un buen momento para dejarle ir y no empeñarte en algo que no será. 

Acepta su decisión, analiza la situación desde tu perspectiva y deja marchar a quien no te elige. Casi todo en la vida es cuestión de expectativas y, probablemente, la desilusión, enfado o frustración se deben a que lo esperabas que sucediera no está pasando. Una vez analizada la situación, los expertos apuntan que suele ser útil olvidar el por qué y centrarse en el para qué. La vida sigue y debemos seguir construyendo, viviendo y experimentando. Y trabajando para atraer lo que merece la pena.