No hace falta que tengas un trabajo calificado como "peligroso" para que tu salud se vea resentida por determinados riesgos. Si trabajar de pie durante largos periodos de tiempo puede causarte problemas musculares y de otra índole, pero también estar sentado más de 8 o 9 horas al día en la oficina puede afectar negativamente a tu salud. Es lo que se conoce como sedentarismo laboral, y hoy vamos a compartir las claves para saber si la inactividad en el trabajo te está pasando factura y sobre todo, cómo combatirla.

No hace falta que tengas un trabajo calificado como "peligroso" para que tu salud se vea resentida

Riesgos derivados del sedentarismo laboral

Pasar 8 horas al día, 5 veces por semana, sentado frente a un ordenador o en un escritorio, sin realizar no solo ningún tipo de actividad física, sino ni tan siquiera unos pequeños ejercicios de estiramiento, puede causar algunas de las siguientes dolencias:

  • Contracturas y dolores musculares, que se traducen en los tradicionales dolores de espalda y también en algunos trastornos musculoesqueléticos como la lumbalgia y el síndrome cervical por tensión.

  • Problemas de sobrepeso y obesidad.

  • Problemas circulatorios, sobre todo por la falta de movimiento, que puede causar que se inflamen las piernas.

  • Problemas de hipertensión y de diabetes.

  • Cambios en el carácter, como pueden ser el mal humor y la falta de energía.

¿Padeces alguno de estos síntomas? Es importante que sepas que existen una serie de pautas para evitarlos y mantenerte en forma en el trabajo.

Sedentarismo
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Cómo evitar el sedentarismo laboral

No hace falta que ahora te conviertas en un deportista nato. Si ya lo eres, mejor, porque la práctica de ejercicio incrementa la esperanza y calidad de vida de las personas, pero si no, puedes seguir estos consejos para evitar el sedentarismo laboral:

  • Camina o utiliza un transporte saludable para ir al trabajo: aunque tan solo sean 15 o 20 minutos andando, será una buena práctica para incorporar a tu rutina. Si optas por otros medios como la bicicleta, harás ejercicio sin apenas darte cuenta.
  • Realiza pausas activas durante la jornada laboral: es conveniente que cada hora, o como mucho cada dos horas, pares unos minutos, te levantes de la silla y te muevas.
  • Haz ejercicios de estiramiento: ya sea durante tu descanso, o mientras trabajas, podrás realizar algunos sencillos ejercicios como expandir y contraer los dedos durante 10 segundos, bajar con las manos la nuca suavemente, estirar los cuádriceps llevando el talón hacia los glúteos, o subir los brazos entrelazados hacia arriba para estirar la espalda.
  • Cuida tu postura: recuerda que al estar sentado la espalda hay que mantenerla derecha, los dos pies apoyados en el suelo y en el caso de trabajar con ordenador, colocar la pantalla a la altura de la mirada.
  • Utiliza las escaleras en lugar del ascensor: si para entrar o salir del trabajo necesitas utilizar el ascensor, cambia esta práctica y comienza a subir y bajar por las escaleras. Te vendrá bien, sobre todo para los problemas circulatorios.

Y es que hay estudios que demuestran que la práctica de ejercicio en el entorno laboral reduce el absentismo y mejora la productividad, además de resultar absolutamente beneficioso para los trabajadores. Se trata de la mejor manera de prevenir los riesgos derivados del sedentarismo laboral.