El botijo siempre a mano. Con el aire acondicionado se produce sequedad ambiental, lo que provoca mayor pérdida de agua a través de los pulmones al respirar que se debe contrarrestar bebiendo más de dos litros de agua cada día. El problema es que al bajar la temperatura, no tenemos calor y no aparece la sensación de sed instintiva que hacía del botijo de nuestros abuelos un elemento indispensable del verano. Debes tener siempre a mano una botella de agua de vidrio (sin PVC) para beber constantemente aunque no tengas sed, y poder controlar la cantidad de líquido que ingieres. Y además, aquí van otros consejos útiles para este verano:

  • Abre tus ventanas. Puede que tengas que usar todas tus armas de persuasión para convencer a tus compañeros de la necesidad de ventilar la oficina, bastan 15 minutos cada día. Aprovecha la hora del café o de la comida, y deja que te pongan la etiqueta de "raro" porque al final te lo agradecerán, cuando comprueben que se rinde mejor después de la ventilación. 
  • Negocia con el aire. Hazte un máster de las relaciones personales y utiliza todos los trucos para apagar el aire los días menos calurosos del verano. A veces se enciende el aire por costumbre sin mirar el termómetro, cuando la temperatura no es muy elevada y se puede soportar sin problemas. También puedes instalar ventiladores de aspas, que hacen circular el aire sin los problemas del acondicionado. 

Con el aire acondicionado se produce sequedad ambiental

Aire acondicionado
Aire acondicionado
  • Rodéate de un jardín. Es fácil colocar plantas con alto índice de transpiración (palmeras, arecas, helechos, camedorea) en tu lugar de trabajo. La mayoría son muy fáciles de mantener y le ponen un toque agradable y humano a tu entorno.
  • Revisa el aire acondicionado. Es la regla más importante, cada año debes cambiar y revisar los filtros y el aparato de aire acondicionado, tanto en el trabajo como en el coche y en casa. Una simple bajada de defensas provocada por el estrés, menos horas de sueño o pasarse en el entrenamiento puede hacerte más sensible a los microorganismos infecciosos que pueden habitar en el aire acondicionado.
  • 30 minutos antes. Un truco para evitar la acumulación de polvo y la contaminación por mohos y bacterias en el aire acondicionado es dejar en funcionamiento el aparato, simplemente ventilando 30 minutos después de desconectar la función de refrigeración. Así se seca el sistema y se evita la humedad.
  • Invierte en un climatizador. Si no puedes soportar el calor, invierte más dinero en un climatizador que regule temperatura y humedad. Cada vez hay más modelos que minimizan el riesgo de los efectos secundarios.