El gimnasio es, en cuanto a información, lo más parecido a los mercados medievales: todo el mundo se dedica a opinar sobre metodología pero solo un par de personas saben cuál es la correcta. En este sentido, algunos especialistas explican que antes de preguntar a un amigo, o a alguien que conozcas en sala, acudas a un profesional titulado, preparado para enseñarte y guiarte en tu vida fitness. Estos son siete consejos que deberías tener en cuenta cuando estés entrenando.

Ponerse en manos de un especialista es clave para mejorar resultados

1. No sacrifiques la técnica por aumentar el peso

Por mucho peso que levantes, si no realizas el movimiento con la técnica correcta lo único que consigues es repartir ese peso entre todos los músculos que estás moviendo o con los que te estás ayudando, incluso puedes llegar a lesionarte. Prueba a ponerte menos peso y levántalo, únicamente, con el músculo que estés trabajando.

2. Fíjate en tus rodillas cuando hagas sentadillas

La sentadilla es un ejercicio muy importante y muy efectivo para trabajar el tren inferior. Se suele hacer con una barra de peso encima de los hombros para que la musculatura de active y responda ante ese estímulo. La manera correcta de realizar este ejercicio es imaginándome que me siento en una silla hacia atrás con la espalda recta. De tal manera, que la rodilla no supera la línea de las puntas de los pies. De esta forma, no comprometemos meniscos y
nos aseguramos no tener a corto plazo esa condromalacia rotuliana tan corriente entre los deportistas.

Gimnasio
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3. No te olvides de la fase excéntrica del movimiento

La contracción tiene tres fases, concéntrica (acortamiento), isométrica (sin movimiento, como aguantar un peso) y excéntrica (elongación del músculo aguantando una carga, como volver a la posición de brazos estirados en curl de bíceps). Los resultados no solo se consiguen durante la fase concéntrica. Es decir cuando se levantan las pesas, sino también en la fase excéntrica, cuando se bajan.

4. La cinta de correr no siempre es buena opción

Este aparato produce muchísimo impacto a nivel articular, repercutiendo negativamente en la cadera, las rodillas y los tobillos. La elíptica y la bicicleta, por ejemplo, son mucho menos lesivas.

5. ¡Estira!

Si no estiras, el músculo no se relaja, y si no se relaja no se recupera, si no se recupera no va a poder trabajar con la misma carga los días siguientes.  Por ello, resulta beneficioso acudir al fisioterapeuta cada dos o tres semanas y realizar ejercicios de estiramiento.

6. Come lo suficiente (y de forma saludable)

Sin dieta no hay resultados. Y es que la alimentación es clave para conseguir progresos tanto a nivel estético, como en el entrenamiento.

7. Y descansa

El sobre entrenamiento es uno de los errores más comunes en el gimnasio. Siempre que se entrena, se rompen fibras musculares. Y para que esas fibras crezcan y se endurezcan se necesita un descanso. Para que el cuerpo consiga crear fibras nuevas más jóvenes y fuertes que las anteriores. Si no descanso estoy entrenando con las mismas fibras que he debilitado en el entrenamiento anterior.