Un grupo de vecinos, acompañados por el Sindicat de Llogateres, han denunciado amenazas, agresiones físicas y sabotajes para echarlos de un edificio de la calle Magalhães, en el barrio del Poble-sec de Barcelona. Según explican en un comunicado, hace unos días una empresa antiokupas les sustrajo la puerta de la finca, en el número 33 bis de la calle, dejando el edificio "abierto a la calle y accesible para cualquiera". Desde entonces los vecinos hacen guardias de 24 horas "para evitar nuevos sabotajes en las instalaciones y preservar la seguridad física de las habitantes". Aseguran en un comunicado que detrás hay un fondo de inversión ruso y añaden que sufren acoso desde hace tres meses.

Los afectados han interpuesto seis denuncias a Mossos y dos querellas. Así, el 19 de febrero los vecinos interpusieron una denuncia administrativa por acoso inmobiliario a la Unidad de Acoso de vivienda del Ayuntamiento de Barcelona. Esta denuncia se amplió el 20 de marzo con los nuevos hechos, incluida la sustracción de la puerta de la finca. Además, indican que no tienen constancia que desde el consistorio se haya hecho ninguna acción para averiguar los hechos denunciados. Este lunes, las vecinas y representantes del Sindicato entregaron una carta a una abogada que consta como apoderada solidaria del fondo pidiéndole que se detengan las relaciones con la empresa antiokupa y que se retorne la puerta a la finca de manera inmediata.

Siempre según el comunicado del Sindicat de Llogateres, el noviembre pasado, Workki Co-Working, un fondo de inversión ruso, compró la finca de Magalhães 33 bis, habitada por cinco vecinos, una de las cuales es arrendataria, mientras los otros cuatro ocupan sus pisos desde 2020. En diciembre, representantes del fondo de inversión irrumpieron en la finca, forzando puertas y vulnerando el domicilio de una vecina, hecho que desemboca en una denuncia ante los Mossos d'Esquadra. A partir del 26 de enero, miembros de la empresa Stop Okupas realizan varios sabotajes, como el atasco del bajante del edificio y la desconexión de la electricidad, causando inundaciones y dejando sin luz a todos los pisos, incluyendo el de la arrendataria. Y el 25 de febrero habrían agredido físicamente a un vecino.

El último acto se produjo el miércoles pasado cuando la empresa Stop Okupas se presentó en la finca y sacó la puerta del portal de la finca con el visto bueno de los Mossos d'Esquadra. Por eso, el Sindicat de Llogateres ha hecho un llamamiento a la solidaridad y ha pedido apoyo para los vecinos de Magalhães 33 bis. "Instamos a la organización vecinal para frenar a los especuladores y a los matones de Stop Okupas, defendiendo el derecho a la vivienda y a vivir tranquilas en nuestros barrios", apunta al Sindicat de Llogateres.