La zona ajardinada de la calle Mossèn Amadeu Oller del barrio de la Bordeta de Barcelona, ganada por la lucha vecinal en pleno franquismo, está condenada a desaparecer para dar paso a la construcción de un edificio de viviendas cooperativas en el ámbito del antiguo núcleo fabril de casa Batlló. Esta es la conclusión de la Plataforma Salvem Mossèn Amadeu Oller que, a pesar de una intensa campaña en defensa del jardín, considera que el Ayuntamiento de Barcelona no impedirá la construcción del edificio promovido por la cooperativa Empriu, aunque signifique sacrificar el jardín a pesar de aceptar la viabilidad de combinar la salvaguardia de la zona ajardinada con la edificación del bloque previsto.

En un comunicado dado a conocer este viernes, la plataforma vecinal da cuenta de una reunión mantenida el jueves con responsables del Ayuntamiento de Barcelona en que estos habrían señalado "que la propuesta de retrasar el edificio para salvar los jardines es técnicamente viable", pero que la Casa Gran "no quiere asumir los costes en indemnizaciones que eso supondría en caso de que Empriu judicializara el caso". Pau Domingo, portavoz de la plataforma vecinal, ha asegurado en declaraciones en ElNacional.cat que han recibido la decisión del Ayuntamiento "con tristeza y cierta resignación, pero con un gran enfado", porque han constatado "el desprecio del Ayuntamiento hacia los vecinos de la calle Mossèn Amadeu Oller".

"Nos han demostrado que la alternativa es posible", asegura Domingo en referencia a la propuesta de la plataforma vecinal de combinar la edificación con la supervivencia del jardín, pero lamenta que el consistorio no haya planteado "la preservación" del jardín ante un posible escenario de reclamación por parte del colectivo Empriu. "Vemos desidia por parte del anterior consistorio", señala Domingo, que asegura que el nuevo gobierno municipal les ha ofrecido ahora "una solución de mínimos", que supondría compensar la pérdida del jardín con una reforma de la calle que incluiría "quitar una fila de coches y poner árboles y bancos". "Se ha despreciado la memoria de las luchas vecinales", apuntan.

Constitución en Asociación de Vecinos

A pesar de perder esta batalla, la plataforma no se ha rendido y ha anunciado el inicio de los trámites legales para constituirse en Asociación de Vecinas y Vecinos de la Calle Mossèn Amadeu Oller, "para seguir luchando por la mejora de la calle y el barrio". Se trata de un paso necesario, según Domingo, para velar por "tener voz" y poder incidir en la anunciada reforma de la calle: "Queremos ser partícipes de esta propuesta, queremos que se haga bien y rápido", señalando que presionarán para evitar que "la reforma se condicione a las obras" del edificio cooperativo. "La acera es del año 59 y siempre se ha dicho que no se repone porque estaba pendiente de la reforma de Can Batlló", asegura el portavoz, que quiere que el proyecto y la licitación estén listos antes del inicio de las obras del edificio y lamenta que, todo ello, suponga la "constatación de una chapuza urbanística donde una iniciativa privada pasa por encima el interés público". "No bajamos los brazos y trabajaremos para garantizar el mejor barrio para los vecinos y vecinas", concluye Domingo.