Después de años sin un local propio y una temporada donde los ensayos se han llevado a término al aire libre, en plazas o calles, los Castellers de Sarrià han conseguido finalmente, este lunes, un espacio provisional donde hacer sus prácticas. Se trata de una carpa, que se ha instalado, de forma temporal, al número 8 de la calle Cardenal Sentmenat de Barcelona (distrito de Sarrià-Sant Gervasi), según ha informado este lunes la misma entidad castellera. El convenio, que tiene una duración máxima de dos años, se ha formalizado entre la asociación y el distrito, con la entrega de las llaves en un acto caracterizado por las muestras de agradecimiento y de alegría de los miembros del grupo.

Con este acuerdo, el distrito quiere afianzar su compromiso con la cultura popular y el tejido asociativo del barrio. Aun con el paso adelante que supone disponer de un local cubierto, la junta de la asociación ha expresado la necesidad que el distrito los siga apoyando para alcanzar su objetivo, "disponer de un local definitivo y digno donde poder crecer como grupo sin tener que volver a ensayar en calles y plazas".

Castillos bajo la lluvia
De forma habitual y hasta hoy, a falta de un local de ensayo propio, el grupo casteller ensayaba a la entrada del Teatro de Sarrià y en un gimnasio. El comienzo de las obras en el centro deportivo pusieron de relieve la precariedad resultante de la falta de instalaciones para esta actividad, y provocó que muchas de las prácticas se pasaran a hacer en el exterior. Incluso, una vez, durante el mes de febrero de 2024, preparando la festividad para Santa Eulàlia, tuvieron que hacer los castillos bajo la lluvia.
Lucha de reclamaciones
El segundo cabo del grupo de Sarrià, Eduard Llorens, en declaraciones en ElNacional.cat en abril del 2024, afirmaba que la asociación llegó a presentar hasta ocho propuestas de espacios donde poder hacer sus ensayos, incluyendo por ejemplo un recinto en la calle Sagrat Cor, que fue descartado, ya que al tratarse de un local privado el Ayuntamiento hubiera sido quien asumiera el coste. A la vez, Bibi Solanes, presidenta del grupo, reclamaba un "techo a 9 o 10 metros de altura y red de seguridad" para poder garantizar unas condiciones dignas del local y para los participantes de la actividad. La última propuesta fue justamente la instalación de una carpa provisional en la calle Cardenal Sentmenat. Después de meses de incertidumbre, reclamaciones y trámites, el proyecto finalmente se ha aprobado y los Castellers de Sarrià han conseguido, ni que sea por dos años, la garantía de no ensayar más bajo la lluvia o a la intemperie.