La Guàrdia Urbana de Barcelona ha procedido esta mañana a precintar la tienda de la empresa Torrons Vicens situada en la Rambla, por no tener licencia. El establecimiento, de grandes dimensiones y que anteriormente estaba ocupado por la marca de ropa Desigual, abrió en verano en un espacio privilegiado de la Rambla de Canaletes, esquina con la calle de Santa Anna, porque según el Ayuntamiento, no contaba con licencia. Así lo ha confirmado el mismo concejal del distrito de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, en declaraciones a 'Betevé'. El cierre ha tenido lugar a primera hora de la mañana de este jueves y los agentes de la policía local han tenido que desalojar a los clientes que había en aquel momento en la tienda.

Según declaraciones de Rabassa recogidas por el medio citado, el local de la marca turronera "ni ha hecho obras con permiso, ni tiene licencia para hacer la actividad que está haciendo". Además, ha asegurado que "no ha hecho caso de nuestros requerimientos y nos hemos visto obligados ir con la Guàrdia Urbana a cerrar nosotros y sacar a sus clientes". El concejal ha añadido que "no puede ser de ninguna de las maneras que se sigan abriendo tiendas sin licencia", porque "saturan los servicios jurídicos y saturan las inspecciones". "Necesitamos que haya respeto por nuestras normativas", ha insistido el concejal.

El caso de los hornos de pan con obrador

Este cierre se circunscribe a la campaña que lleva a cabo el distrito de Ciutat Vella contra los comercios que incumplen la normativa vigente. En este aspecto, el pasado mes de mayo, el distrito presentó el nuevo Plan de Usos de Ciutat Vella -que no incluye la Rambla- que tenía la particularidad de prohibir nuevos súpers en lugares saturados y, significativamente, restringía la apertura de hornos de pan con obrador. La razón de las restricciones a este tipo de establecimientos vino provocada por el hecho de que, según el concejal Rabassa, se había detectado que "en los últimos años esta licencia se ha usado para establecer actividades de comida para llevar", y, por lo tanto, la medida serviría para proteger los hornos tradicionales.

El plan de usos mencionado también preveía revisar la apertura de supermercados de más de 400 metros cuadrados, con la propuesta de aplicar las mismas condiciones de implantación que en el resto de establecimientos en régimen de superservicio de menos de 300 metros cuadrados, que ya están limitados en zonas saturadas, con el objetivo de profundizar en la defensa del comercio de proximidad, evitando las prácticas fraudulentas y limitando las actividades que lo perjudican. En paralelo, el nuevo Plan de Usos de Ciutat Vella prevé modificaciones puntuales para permitir que se incrementen las actividades culturales, como teatro, cine o circo, y deportivas, con respecto a la regulación actual.