El distrito de Sarrià-sant Gervasi de Barcelona ha empezado una serie de mejoras en el barrio de Vallvidrera, el Tibidabo i les Planes que incluye la mejora del asfaltado en una decena de calles de los núcleos del Rectoret y el Baixador, situados en el Parque Natural de Collserola, así como el despliegue de veintidós nuevos cercados antijabalíes para los contenedores de basura, unas instalaciones que impiden que estos animales salvajes puedan volcar los contenedores y derramen la basura por las calles. Según ha informado el distrito este martes, la intervención busca hacer menos atractiva la trama habitada de la ciudad para los jabalíes en los barrios de montaña y forman parte de la estrategia municipal para abordar esta problemática, en la cual se incluyen diferentes intervenciones como los desbroces, la formación en el vecindario para que no alimente a los jabalíes y otras intervenciones para complicarles el acceso a la comida.

Entre estas intervenciones antijabalíes una de las más destacadas ha sido la colocación de anclajes y barras en los contenedores con el fin de hacerlos inabordables para los jabalíes. Aparte, el año 2022 se incorporaron tres cercados o corralitos de madera como prueba piloto con el objetivo de alcanzar un efecto disuasivo todavía mayor y conseguir que los jabalíes no tumbaran los contenedores y no se desparramara la basura. Estos cercados se instalaron en la calle de la Belladona, a la plaza del Teix y en el cruce de la carretera de las Aigües con la calle de Carroç. Después de aquella prueba piloto y los buenos resultados observados, se instalarán 22 más en estos vecindarios, con la previsión de empezar a desplegarlos después de Semana Santa y una duración máxima de tres meses.

Los puntos donde se colocarán son aquellos espacios donde se ha detectado una mayor concentración de jabalíes y una mayor aportación de basura, que es uno de los elementos susceptibles de llamar la atención de los animales. Las ubicaciones escogidas son los siguientes: camino Can Castellví 12; paseo Grèvol 9-15; paseo Pi i Forcat 5-7; camino Mas Guimbau 24; calle Baladre 16; calle Geranis 18; plaza de la Televisió 1; calle Lilà 18; calle Lligabosc 29; camino Mas Sauró 1; camino Múrgola 13-19; camino Pantà 64; camino Múrgola 3.B; carretera de les Aigües 169; carretera de les Aigües 162.B; carretera de les Aigües 147.B-149; carretera de les Aigües 146; carretera de les Aigües 112; calle Carroç 34; calle Comandant Llançà 1; carretera Sarrià a Vallvidrera 185 y carretera de les Aigües 94. El presupuesto de suministro e instalación es de 111.652,19 euros (IVA incluido).

Asfaltado de diez calles

Con respecto al asfaltado, se trata de la reparación del pavimento de diez calles con el objetivo de mejorar la seguridad del firme y su accesibilidad, tanto para el tráfico privado como para el transporte público. La intervención también permitirá definir y diferenciar el espacio de calzada del espacio de acera, delimitando un nuevo ámbito para el paso de los peatones, tal como ya se ha hecho con otras actuaciones en el barrio. Los trabajos se llevan a cabo en dos zonas diferenciadas, en el sector del Rectoret y en el sector del Baixador. Las intervenciones en el sector del Rectoret comprenden la avenida de los Rossinyols, la calle Major del Rectoret (entre la calle de Marco Polo y de Orellana), la calle de la Gardènia, la calle de Marco Polo, la calle de Júpiter y la calle del Baladre. El sector del Baixador incluye el paseo de la Vimetera, el camino de la Font dels Pins, el camino de la Reineta y el camino del Mas Sauró.

Las obras consistirán en el arreglo, la repavimentación y la señalización de varios viales. Primero se ejecutará una campaña de reparaciones de las deficiencias existentes en las calles, reparando de esta manera la base de los pavimentos que no esté en condiciones. Posteriormente, se llevará a cabo el tendido de una capa de aglomerado de manera conjunta en todas las calles (a excepción de la calle Major del Rectoret, que se hará con anterioridad). Finalmente, se ejecutará la señalización horizontal definitiva. Las diferentes intervenciones se han iniciado este mes de febrero e irán encadenándose de manera consecutiva hasta el mes de mayo/junio, momento en el cual se realizarán los trabajos de aglomerado.

Cada actuación tendrá una duración aproximada de unas dos semanas para llevar a cabo la reparación de las deficiencias existentes. Mientras se ejecuten las tareas, en las calles de más anchura se trabajará por mitades de calzada, permitiendo el paso de vehículos; en las calles de menor anchura se cortará totalmente el tráfico, habilitando la circulación en doble sentido hasta el punto del corte. La puesta al día del firme de estas calles era una reivindicación vecinal en la que ahora se le da respuesta, mejorando así este espacio por el barrio, con una inversión de más de 952.000 euros (IVA incluido).