Un vistazo a un mapa del término municipal de Barcelona permite observar que en la parte del distrito Sarrià - Sant Gervasi hay una zona que pertenece a la ciudad pero que está separada por territorio que no forma parte de ella. Es lo que se denomina un enclave, es decir, un espacio físico que está rodeado por territorio al cual no pertenece administrativamente -según el punto de vista de pertenencia, también se puede llamar 'exclave'-. Estos pueden ser internacionales, como el conocido caso de Llívia, pero también pueden tener rangos menores, como provincial, comarcal o municipal. Y en Barcelona hay uno de estos, el enclave de la Santa Creu d'Olorda, que forma parte de la capital catalana pero para acceder hay que salir, primero, del municipio.
Arriba, mapa del distrito de Sarrià-Sant Gervasi, donde se aprecia el enclave, separado territorialmente del resto de Barcelona. Abajo, detalle de la entrada de la ermita de Santa Creu d'Olorda / Foto: Vicente Zambrano González - AjBCN
En concreto, para llegar a la Santa Creu d'Olorda hay que atravesar algunos de los tres términos municipales siguientes, los de Molins de Rei, Sant Feliu de Llobregat o Sant Cugat del Vallès. De hecho, la carretera que lleva desde Barcelona, la BV-1468, pasa en algunos puntos por los términos de Sant Feliu y Sant Cugat antes de volver a entrar en Barcelona por la Santa Creu d'Olorda. Ahora bien, ¿por qué existe esta curiosidad en el término municipal de Barcelona? Pues se trata de una herencia que viene de los tiempos de la agregación de Sarrià que, además, históricamente ha comportado un cierto contencioso con Molins de Rei.
Un poco de historia
La Santa Creu d'Olorda es un territorio de unos 2 km² que forma parte del distrito de Sarrià - Sant Gervasi dentro del barrio administrativo de Vallvidrera, el Tibidabo i les Planes. Su principal aliciente es la existencia de la ermita que da nombre a este espacio, rodeada de una zona de paseo y estancia y complementada por un restaurante, todo dentro del entorno del Parc Natural de Collserola. La actual existencia del enclave tiene una explicación histórica que se remonta a 1820, cuando se conformó el municipio de Santa Creu d'Olorda, que mantuvo la independencia hasta 1916, año en que el término municipal fue dividido entre los municipios vecinos, es decir, Molins de Rei, Sant Feliu de Llobregat y Sarrià, que se quedó con la porción que incluye la ermita. Y de rebote, cuando el año 1921 Sarrià fue absorbido por Barcelona, en la agregación iba incluida la Santa Creu d'Olorda.
Reclamaciones de Molins de Rei
La historia, en principio, acaba aquí, pero eso no impide que se hayan acabado las reclamaciones territoriales. De la misma manera que de vez en cuando surge el debate de si Barcelona debería absorber los pueblos de la orilla izquierda del Llobregat -l'Hospitalet de Llobregat, Cornellà de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Sant Joan Despí y Sant Just Desvern- o desde l'Hospitalet se reclama el retorno de su zona marítima, que fue traspasada a Barcelona para construir la Zona Franca, desde Molins de Rei alguna vez se ha reclamado la absorción a su municipio de la Santa Creu d'Olorda.
Así, el año 2014 se llegó a aprobar una moción del Ayuntamiento de Molins de Rei en que, en virtud de los vínculos históricos, se reclamó que Santa Creu d'Olorda formara parte de su término municipal. La petición, sin embargo, no tuvo más recorrido, aunque, al menos, se consiguió una pequeña victoria para Molins por la vía eclesiástica cuando en 2016 se consiguió que la gestión de la ermita pasara al obispado de Sant Feliu de Llobregat con un capellán de Molins de Rei como administrador.
Un segundo enclave desapareció en 2017
El de la Santa Creu d'Olorda es el único enclave existente en Barcelona, pero esto es así solo desde 2017, la última vez que la capital de Catalunya cambió de sus límites municipales. Hasta aquel año había un segundo enclave, conocido como la Peça de Can Mallol, y situado en territorio forestal de Collserola, rodeado por el término municipal de Sant Feliu de Llobregat, excepto por la zona norte, que conecta con Sant Cugat del Vallès. Con una superficie de 0,15 km², desde 2017 forma parte de Sant Feliu, gracias a un acuerdo entre este municipio y el de Barcelona por el cual la Peça de Can Mallol quedaba agregada al término municipal de Sant Feliu y, al mismo tiempo, una zona próxima y adyacente con Barcelona, "análoga en dimensiones y régimen del suelo" quedaba segregada del municipio del Baix Llobregat y agregado al del Barcelonès. Un intercambio de terrenos con el cual desapareció el enclave.
