El templo de la Sagrada Familia de Barcelona ha cerrado 2023 con una cifra de visitantes que prácticamente iguala las cifras prepandémicas. Según ha dado a conocer este miércoles la basílica, el año pasado se contabilizaron un total de 4.707.641 visitantes, una cifra que se acerca a la de 2019, que se cerró con 4.717.881 visitas. Es decir, que 2023 quedó solo a 10.240 visitas respecto a antes de la pandemia de la covid-19. Igualmente, la Sagrada Familia ha experimentado un importante crecimiento con respecto a 2022, cuando visitaron la Basílica un total de 3.781.845 personas, es decir, un millón de personas menos.

En un conciso comunicado, la Sagrada familia recuerda que "la financiación de la obra es de origen 100% privado" y, por lo tanto, "la fuente de los ingresos para la construcción depende de la venta de entradas", por lo cual, "esta normalización progresiva de las visitas respecto de 2019 supone un curso favorable para la finalización del proyecto de Gaudí". De hecho, hay que recordar que la Junta Constructora tuvo que enfriar sus intenciones de concluir la obra en 2026, año del centenario de la muerte de Antoni Gaudí, a causa del frenazo en visitas provocado por la pandemia los años 2020 y 2021.

Horizonte 2033

Actualmente, el templo expiatorio trabaja con el horizonte de tener las obras terminadas en 2033, tal como apuntó el pasado noviembre el presidente delegado de la Junta Constructora del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, Esteve Camps, que afirmó que "si no tenemos un contratiempo importante como fue la pandemia, en un máximo de diez años la Sagrada Familia estará acabada". Es decir, por primera vez después de la sacudida pandémica, la basílica de la Sagrada Familia dio una fecha de finalización, en 2033, es decir, 151 años después del inicio de las obras. Hay que tener en cuenta, eso sí, que el mismo Campos aclaró que por la fecha de finalización se refería al aspecto constructivo de la estructura, pero no a la decoración, ya que, por ejemplo, la fachada de la Gloria, que todavía está por hacer más allá de la carcasa existente, y que tendrá cuatro torres similares pero más altas que las de las fachadas del Nacimiento y la Pasión, contendrá más de un centenar de esculturas, que probablemente quedarían para más adelante.

El mismo concepto de finalización tampoco incluye el controvertido puente y escalinata de acceso por la calle Mallorca, aunque no se renunciará a ello. De hecho, la construcción del acceso a la fachada de la Gloria es uno de los puntos más espinosos del templo expiatorio, porque queda fuera del solar donde se construye la Sagrada Familia y, además de invadir la vía pública, podría suponer el desahucio de los vecinos que viven justo en frente, en que ya se han posicionado en contra de manera reiterada en los últimos años.