Dicen que la reina Elisenda de Montcada, esposa de Jaime II, tenía un método infalible para presionar a la corte de Barcelona: cerrar el grifo del Rec Comtal, ya que sin agua, o solo con la amenaza de no tenerla, Barcelona era más proclive a aceptar las exigencias de la reina. Se non è vero, è ben trovato, porque más allá de la dudosa veracidad de la historia, la lección que se desprende de ella es que la histórica infraestructura hidráulica era un equipamiento vital para la supervivencia de Barcelona, ya que esta canalización suministró agua a la ciudad durante un milenio, desde mediados del siglo X hasta mediados del siglo XX. Ahora, un plan director conjunto de los ayuntamientos de Barcelona y de Montcada i Reixac propone una serie de actuaciones para recuperar la memoria del Rec Comtal, un canal que, con el paso de los años, ha quedado olvidado.

Hay que tener en cuenta que el Rec Comtal es un elemento patrimonial básico para entender y explicar la historia de Barcelona de los últimos mil años, que no por casualidad atraviesa media Barcelona, cruzando once barrios y cinco distritos -Nou Barris, Sant Andreu, Sant Martí, el Eixample y Ciutat Vella- a lo largo de trece kilómetros de recorrido, pero más allá del espacio a cielo abierto que queda en Vallbona proveniente del barrio de Can Sant Joan de Montcada i Reixac y el tramo conservado en el yacimiento arqueológico del Mercat del Born, prácticamente el resto ha desaparecido y eso es lo que ahora se quiere recuperar, no abriendo de nuevo el trazado, pero sí recordándolo.

En total, el plan director del Rec Comtal prevé 33 actuaciones, 7 en Montcada y 26 en Barcelona, algunas de las cuales ya han empezado a tomar cuerpo, como las intervenciones en la reurbanización de la Meridiana, donde se indica con placas y explicaciones el antiguo trazado de la acequia. En conjunto, según ha indicado la segunda teniente de alcaldía, Janet Sanz, se trata de un plan que "implica el reconocimiento e identificación del trazado histórico" de la canalización, que permitió "que la ciudad creciera y tuviera vida" y que permitirá dibujar un "eje verde" -discontinuo, eso sí- que servirá para "demostrar la importancia de la acequia para la configuración de la ciudad".

"El Monumento de Barcelona"

De hecho, en la presentación del plan director, el concejal de Memoria Democràtica, Jordi Rabasa, se ha referido al Rec Comtal como "el Monumento de Barcelona y de Montcada, que conserva memorias populares inalcanzables", porque "no se entiende Barcelona sin el Rec Comtal". Por su parte, la alcaldesa de Montcada i Reixac, Laura Campos (En Común Podem Montcada i Reixac), que es quien ha mencionado la anécdota relacionada con la reina Elisenda, ha reivindicado el Rec Comtal "no solo como un elemento patrimonial, sino también como un símbolo de la identidad del barrio de Can Sant Joan". "No se entiende Vallbona sin Can Sant Joan", ha insistido la alcaldesa, mencionando los dos barrios limítrofes de Montcada i Reixac que desde 2015 cuentan con un paseo urbanizado que los une, precisamente al lado de uno de los últimos tramos a cielo abierto por donde todavía discurre el agua de la acequia medieval, de la cual solo se conserva un 5% del total de la longitud de la acequia.

En este contexto, el documento del plan director, redactado por Carles Enrich Studio, plantea la preservación del valor patrimonial y social de la acequia, para conseguir que de alguna manera, el canal cobre vida a través de espacios públicos, de reposo y de interpretación de los restos arqueológicos a partir de una treintena de intervenciones con nueve zonas destacadas: en Montcada, en la calle del Reixagó del barrio de Can Sant Joan y en Barcelona, en la Bassa Vella de la Torre y el Pont de la Vaca (Vallbona, Nou Barris); en el Parc del Molí, la Iglesia de Sant Andreu y el Parc Lineal (Sant Andreu de Palomar y la Sagrera, en el distrito de Sant Andreu); en la Monumental y el Molí del Comendador (Fort Pienc, el Eixample), y en las Basses de Sant Pere (Sant Pere, Ciutat Vella).

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Intervención prevista en torno a la Iglesia de Sant Andreu / Foto: AjBCN
6. La Monumental ajbcn
Intervención prevista en torno a la Monumental / Foto: AjBCN
2. Puente de la vaca ajbcn
Intervención prevista en el Pont de la Vaca, en el barrio de Vallbona / Foto: AjBCN

Para llevar a cabo estas actuaciones, aparte de las que ya se han hecho durante la reurbanización de la Meridiana, se destinarán 2,5 millones de euros provenientes de los fondos Next Generation y la previsión es poder empezar las primeras actuaciones a finales de este año 2023, aunque la finalización de todo el plan va para largo, ya que algunas obras dependen del soterramiento del tren previsto en Montcada, que parcialmente afectará a Barcelona, y la construcción del parque Lineal de la Sagrera, que no llegará hasta que no se finalicen las infraestructuras ferroviarias de la zona. Otras intervenciones, como la que se hará en el ámbito de la plaza de toros de la Monumental, dependerán de la finalización de la prolongación del tranvía por la Diagonal.

Mil años de historia

Pocas infraestructuras catalanas pueden vanagloriarse de tener mil años de historia y todavía más, mil años de uso. El Rec Comtal es una de ellas, el canal que durante un milenio sirvió para suministrar agua a la ciudad de Barcelona, especialmente las huertas y los molinos del llano, como los que había en los terrenos de la actual plaza de las Glòries. Su construcción inicial data del siglo XI, una vez caído en desuso el acueducto romano, y captaba agua del río Besòs, hasta que a finales del siglo XVIII fue ampliado con la captación de aguas del acuífero subterráneo situado en Montcada y la creación de una acequia denominada Reixagó.

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Mujeres haciendo la colada en la plaza de las Glòries cerca de los Encants / Foto: Frederic Ballell - Arxiu Fotogràfic de Barcelona
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El Rec Comtal a su paso bajo el puente del Paixeret con Sant Andreu de Palomar al fondo / Foto: Tomàs Fàbregas - Arxiu Fotogràfic de Barcelona

Los tramos conservados hasta la actualidad provienen de esta última canalización desde la mina de agua de Montcada, donde hay un pequeño tramo a cielo abierto, los trescientos metros del camino urbanizado en 2015 y que discurre paralelo a la vía del tren y unos cuantos tramos más dentro del barrio de Vallbona, uno en la plaza Primer de Maig, donde forma parte del enjardinado, otro a la salida del barrio, donde pasa a ras de la pared de algunas de las construcciones y conserva el histórico Pont de la Vaca y finalmente un tramo entre varios huertos minúsculos conectados por un sendero que une Vallbona con la gasolinera que hay en el inicio de la autovía C-58. Allí queda sumergida y gira hasta el cauce del Besòs, donde vierte el agua y contribuye a mantener el caudal ecológico.

Sea verdad o mentira la disposición de la reina Elisenda para presionar Barcelona, todavía hoy el agua del Rec Comtal mantiene la consideración de reserva estratégica que podría ser utilizada en caso de necesidad. El plan director presentado por los ayuntamientos de Montcada i Reixac busca, precisamente, recuperar la memoria patrimonial del canal, que hasta quedar en desuso a mediados del siglo pasado, fue una infraestructura necesaria para la capital de Catalunya. Esta recuperación es una asignatura pendiente que ahora Barcelona quiere aprobar.