El pasado 2 de septiembre y con el ceremonial de las grandes ocasiones, el ministro de Cultura, Miquel Iceta, en compañía de la consellera de Cultura, Natàlia Garriga y el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, anunció que el próximo 14 de septiembre se iniciará el derribo de un edificio anexo de la Estación de Francia con el fin de liberar el espacio necesario para construir la futura Biblioteca Pública del Estado en Barcelona -o Biblioteca Provincial-, un equipamiento que tomará forma de un edificio alargado de más de 180 metros de longitud que ocupará el espacio del actual aparcamiento de superficie, el del edificio a derribar y un solar en desuso que hay detrás.

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Plano del proyecto de la Ciutadella de 1715. En rojo, la zona ocupada por el solar donde se hará parte de la Biblioteca / Carta Arqueológica de Barcelona

La decisión de tirar adelante está tomada y cuenta con el visto bueno de las tres administraciones: el Estado, que es quien financia la obra; el Govern, que es quien gestionará la biblioteca, y el consistorio, que cede el espacio donde se construirá. Ahora bien, dada la mala experiencia histórica de este equipamiento, que inicialmente tenía que tomar forma en el antiguo Mercat del Born y que se paralizó a raíz de la aparición de importantes restos patrimoniales de la parte del barrio de la Ribera que fue derribado para construir la Ciutadella, hay que preguntarse si antes de decidir construir la futura biblioteca a la Estación de Francia se han hecho trabajos arqueológicos y si se han descubierto restos de una mínima relevancia. Y sorprendentemente, la respuesta a las dos preguntas es afirmativa: bajo los terrenos afectados hay restos de la antigua muralla y del Rec Comtal.

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Maqueta de la futura Biblioteca Pública del Estado / Nitidus Arquitectes

¿Estos restos pueden comprometer la construcción del nuevo equipamiento? En principio, no. Hay que recordar que el proyecto que justo arranca la próxima semana se debería haber llevado a término hace años. Fue redactado el año 2010 una vez se descartó definitivamente el Mercat del Born y posteriormente se pospuso, hasta que en la actualidad se ha retomado, con el mismo proyecto arquitectónico desarrollado por Nitidus Arquitectes S.L., un edificio en tres volúmenes que va ganando en altura a medida que se adentra en dirección a la Barceloneta y que incluye varias plantas en subsuelo que pueden suponer la desaparición de los restos arqueológicos que todavía subsisten.

¿Qué hay bajo la futura Biblioteca?

Lo que es seguro es que bajo el terreno donde se levantará la futura biblioteca hay restos patrimoniales. Así lo acreditan varios informes arqueológicos elaborados a partir de prospecciones que se llevaron a cabo en la primera década de este siglo, precisamente por el hecho de que los terrenos tenían que acoger el equipamiento y que consideraban que el espacio afectado era "Zona de Interés Arqueológico". En concreto, según recoge la Carta Arqueológica de Barcelona se han llevado a cabo tres intervenciones arqueológicas en el ámbito que ocupará la futura Biblioteca del Estado y todas tres relacionadas con la futura construcción de la Biblioteca.

Estación de Francia, parquing, edificio / Foto: Carlos Baglietto
La futura Biblioteca de la Estació de França ocupará todo el aparcamiento, el edificio del fondo y un solar que hay detrás / Carlos Baglietto

En agosto de 2003 se llevó a cabo la primera de las intervenciones, según consta en la documentación consultable en la Carta Arqueológica, explícitamente "en motivo de la voluntad de construir un edificio para albergar la Biblioteca Provincial y Central de Barcelona, en los solares del lado nordeste de la Estació de França", un espacio considerado "Zona de Interés Arqueológico y de alto valor histórico", porque ya se tenía conocimiento del hecho que el espacio "coincidía con la muralla de mar construido en el siglo XVI, atravesaba el Rec Comtal" y finalmente, "parte de la muralla borbónica hecha construir por Felipe V a la hora de levantar la Ciutadella". La intervención se centró en el solar posterior al edificio anexo, que se empezará a derribar la próxima semana y que en 2003 hacía la función de aparcamiento de profesorado de la UPF, que tenía instalaciones en el propio edificio que tiene que ir al suelo.

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En la primera intervención se descubrieron muros relacionados con el recinto de la Ciutadella / Carta Arqueológica de Barcelona

Los trabajos consistieron en sondeos en cuatro zanjas en diferentes puntos del solar y a raíz de la intervención se localizaron parcialmente restos de muros que se identificaron con el "trazado parcialmente conservado de una de las estructuras asociadas al recinto fortificado de la Ciutadella", concretamente parte de la muralla que comunicaba la Ciutadella con la ciudad, "dando salida directa" desde la fortaleza hasta el Portal del Mar, así como otro tramo "correspondiente a un contrafuerte o baluarte asociado al lienzo de muralla del siglo XVIII" y que habrían quedado soterrados en el marco de la reforma urbanística de la segunda mitad del siglo XIX, en el contexto de la construcción del Parc de la Ciutadella y del Mercat del Born. Asimismo, también se localizaron cimientos correspondientes a un edificio de correos que formaba parte del complejo de la Estació de França derribado a finales del siglo XX. Todos estos restos fueron tapados a la finalización de los trabajos.

"La muralla de mar y el tramo final del Rec Comtal"

Con respecto a la segunda intervención, esta tuvo lugar entre octubre de 2006 y mayo de 2007 y fue la más ambiciosa de las tres, abarcando la excavación íntegra del solar donde ya se hicieron los primeros sondeos en 2003 y gracias a la cual se localizaron estructuras pertenecientes a "la muralla de mar y el tramo final del Rec Comtal, justo en el punto donde atraviesa la muralla, varios elementos relacionados con la conducción del Rec Comtal fuera murallas y la contraescarpa del foso que unía el foso de la Ciutadella con el de la muralla de la ciudad de Barcelona". El mismo informe de la intervención señala que "la localización de la muralla de mar de Barcelona, construida en el siglo XVI, justamente en el punto donde el Rec Comtal la atravesaba, fue especialmente relevante no sólo porque permitió situar exactamente la ubicación de este cruce, sino porque proporcionó información sobre sus características morfológicas y técnicas".

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Contraescarpa localizada en el solar de la Estació de França donde se construirá la Biblioteca del Estado 7 Carta Arqueológica de Barcelona

De hecho, la excavación permitió documentar los cambios producidos en la zona a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, donde a los equipamientos hidráulicos que atravesaban la muralla para desembocar en el mar se superpuso "a consecuencia de la derrota militar de 1714", la contraescarpa del foso que unía la Ciutadella con la ciudad y por todo ello se concluía que la intervención había puesto "al descubierto elementos tan importantes para la ciudad como son el Rec Comtal, la muralla y restos de la ciudadela borbónica, en los dos últimos casos, elementos de carácter monumental, por sus dimensiones y factura". En todo caso, los restos fueron tapados una vez acabados los trabajos.

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Intervención arqueológica en la zona de aparcamiento de la Estació de França / Carta Arqueológica de Barcelona

Finalmente, entre octubre y noviembre del 2008 se llevó a cabo una tercera intervención en varios segmentos del espacio que actualmente ocupa el aparcamiento en superficie. En concreto, se abrieron tres zanjas que cubrían una longitud lineal próxima a los 85 metros con una anchura de 150 centímetros que permitieron documentar estructuras arqueológicas, entre las cuales aparecieron restos de muros fechados entre finales del siglo XVII y principios del XVIII y que podrían corresponder a "pañoles o almacenes de grano" en una zona que sufrió muchos cambios a causa de la Guerra de Sucesión y la posterior construcción de la Ciutadella. En esta intervención también se localizó "un muro de valla de un huerto" también de inicios del siglo XVIII y finalmente restos más modernos correspondientes a "estructuras que pertenecían a la antigua estación de ferrocarril", datados entre finales del siglo XIX y principios del XX, previos a la construcción de la actual Estació de França, que data de 1929. A la finalización de los trabajos, los hallazgos también fueron tapados.

Situados ya en el presente 2022 y con un inicio inminente del derribo del edificio que de momento impide la construcción de la futura Biblioteca, lo que tendría que ser perfectamente conocido por todas las administraciones es que en el subsuelo hay estos restos. Por eso, que se haya impulsado finalmente la construcción no puede ser más que un presagio del hecho de que no se consideran lo suficientemente importantes y que en el mejor de los casos, si no es que quedan integradas en la nueva construcción, quedarán enterradas y una vez más olvidadas. En el peor de los casos, estarían condenadas a la desaparición, de manera que Barcelona sumaría una pérdida patrimonial más.

 

Imagen principal: Solar donde se construirá parte de la futura Biblioteca del Estado y donde hay restos de la antigua muralla y del Rec Comtal / Carlos Baglietto